Tello es el árbitro designado para dirigir en la Eurocopa
El rosarino era preocupación en el Barcelona, pero los estudios descartaron lesión.
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EL DIARIO digital
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La estrella argentina del Barcelona de España Lionel Messi sólo sufrió un golpe en la pierna izquierda, según determinaron los estudios practicados este domingo en la Ciudad Deportiva del club catalán, por lo que estará disponible el próximo viernes para enfrentar al Bayern Munich de Alemania, por los cuartos de final de la Liga de Campeones, en Portugal.
Messi, quien anotó un golazo e insólitamente sufrió la anulación de otro a través del sistema VAR, fue analizado por el cuerpo médico en el predio "Sant Joan Despí", que determinó que no tiene lesión de importancia, por lo que bastará con 48 horas de reposo.
El rosarino, de 33 años, recibió un fuerte golpe por parte del defensor senegalés del Nápoli Kalidou Koulibaly, cuando le robó la pelota justo en el momento en que su rival iba a despejarla dentro del área.
El impacto, en la parte de atrás de la pierna izquierda cerca del tobillo, provocó que, tras chequearlo en el VAR, el árbitro turco Cüneyt çakir sancione penal, convertido por el uruguayo Luis Suárez y que significó el parcial 3-0.
Messi precisó asistencia médica durante unos minutos y, con el tobillo aún dolorido, prefirió no ejecutar la pena máxima, como habitualmente ocurre.
El argentino fue tratado unos minutos más tarde -en el entretiempo- en el vestuario y luego hizo una arenga en el túnel pidiendo jugar con tranquilidad el segundo tiempo, con la ventaja de 3-1 a su favor.
Leo, que ya anotó contra 35 equipos diferentes en la Liga de Campeones, tuvo un doble premio personal más allá de la clasificación: fue elegido entre las mejores definiciones de octavos de final y uno de los MVP de esa instancia.
Así, Messi estará disponible para que el entrenador Quique Setién lo coloque desde el inicio el próximo viernes ante el Bayern Munich de Alemania, en los cuartos de final de la Champions League.
Este cruce a partido único será en el estadio Da Luz, propiedad del Benfica, en Lisboa, capital de Portugal, donde la UEFA determinó disputar como "burbuja" la fase final a partir del próximo miércoles, para evitar los traslados de los equipos.
