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EL DIARIO digital
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El pasado viernes 10 de marzo el boxeo regresó al club General San Martín 28 años después con una programación de dos peleas profesionales y cinco entre aficionados, en una verdadera fiesta para el deporte y en una institución que trabaja por recuperar, poco a poco, su rol en la sociedad.
Fue un trabajo conjunto y mancomunado de una organización privada, sostenida por la confianza del club de la Villa Santillán y con el apoyo de las áreas de deportes de la municipalidad de Santa Rosa y el Gobierno de La Pampa. Eso se resumió en el exitoso festival de boxeo que, aun con aristas a mejorar, cumplió con el propósito pactado de darles lugar a los valores locales.
La Escuela de la Asociación Cultural Humanidad a cargo de la organización del festival salió ayer a expresar su desconcierto y a aclarar cualquier tipo de dudas después de que el presidente de la Federación Pampeana de Boxeo, Darío Freigedo, hiciera difundir un comunicado de prensa por redes sociales, de la no autorización del festival. Como se lee, apenas minutos después de finalizado el programa, ya en la madrugada del sábado 11.
Dice Freigedo, en el comunicado que firma, que el festival "no está avalado ni autorizado" por la Federación Pampeana, sin explicar los motivos que lo llevaron a tomar la arbitraria decisión.
En ese texto que circuló en redes y whatsapp el ambiente del deporte con una clara intencionalidad de llamar a la atención, aparecen los nombres -no las firmas- de dos autoridades de la Federación Argentina, Manuel Vilariño y René Alarcón. No se entiende con qué fin.
Ante esto, Gustavo Campanino, organizador y quien está al frente de la Asociación, indica: "La organización jamás recibió la comunicación de parte de Freigedo de la no autorización del festival. Tampoco tuvo conocimiento, del supuesto comunicado, el resto de la comisión directiva que, ante la falta de acción del presidente, procedió con el resto de los integrantes a llevar adelante el festival".
"Se cumplieron con todos y cada uno de los requisitos exigidos. Nada quedó librado al azar. Los boxeadores pelearon en un ring reglamentario, con un tapiz reglamentario; presentaron sus licencias correspondientes con las autorizaciones de sus estudios médicos, y fueron examinados por el médico de turno horas previas de subir a pelear" sigue Campanino.
"Lo realmente valioso e importante es que los dos combates profesionales fueron autorizados por la Federación Argentina de Box, que confirmó la validez de los mismos al promotor del evento, el Sr. Enrique Maro, con copia a la Federación Pampeana".
"El presidente Freigedo omite, en este comunicado que disparó y daña inconscientemente en redes sociales a un organismo del que él mismo es parte, que recibió con el suficiente tiempo la comunicación de la organización del festival. Las pruebas, tanto del envío como de la recepción, están al alcance del que las precise. Y también el pedido de fiscalización, por la vía del correo electrónico, con todo el festival lanzado y los pesajes realizados" aporta.
El organizador llama finalmente a una recapacitación a Freigedo y su proceder como presidente de la entidad y a preguntarse "en lo más profundo de su honestidad intelectual, cuál es su propósito en el mando de la conducción".
Esa recapacitación que se solicita es la que le permitirá liderar un cuerpo que impulsó, apenas asumió, cursos para jurados, árbitros, proyección de equipos provinciales con representatividad nacional y demás propuestas que "prontamente se esfumaron ".
En el final, Campanino dice que está dispuesto a escuchar críticas que "ayuden a construir" pero a su vez sugiere alejarse de "publicaciones infundadas y noticias falsas en redes sociales que en nada contribuyen al desarrollo del deporte".