Ciencia

Descubren a qué edad ya eres considerado oficialmente "viejo" según la ciencia

Científicos de la Universidad de Stanford demuestran que, conociendo los niveles de algunas proteínas en una gota de tu sangre, son capaces de decirte qué edad fisiológica exacta tienes. Descubren si tu envejecimiento se está acelerando o tu cuerpo se encuentra más joven.

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EL DIARIO digital

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Un equipo de científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford no necesita saber tu apariencia para adivinar la edad que tienes. Ellos prefieren observar una especie de reloj fisiológico compuesto por los niveles que tienes en sangre de unas 373 proteínas, cuya medición es posible con el análisis de solo una gota de sangre.

El profesor de neurología y codirector del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzheimer de Stanford, Dr. Tony Wyss-Coray, es el autor principal del estudio publicado en la revista Nature Medicine, allí encontraron que los niveles de proteína en la sangre de las personas pueden predecir su edad. El científico dijo que "Los cambios en los niveles de numerosas proteínas que migran desde los tejidos del cuerpo a la sangre circulante no solo caracterizan, sino que muy posiblemente causan, el fenómeno del envejecimiento".

Lo que dicen nuestras proteínas sobre nosotros

El trabajo científico consistió en analizar el plasma (la fracción líquida y libre de células de la sangre) de 4263 personas de entre 18 y 95 años. De hecho, contaron con datos del estudio conocido como LonGenity, un registro de personas excepcionalmente longevos, de hasta 95 años, que dieron muestras de sangre.

"Las proteínas son los caballos de batalla de las células constituyentes del cuerpo, y cuando sus niveles relativos sufren cambios sustanciales, significa que usted también ha cambiado", dijo Wyss-Coray. "Observar miles de ellos en plasma te da una idea de lo que sucede en todo el cuerpo".

Al medir los niveles de aproximadamente 3 mil proteínas en el plasma de cada individuo, el equipo de Wyss-Coray identificó 1379 proteínas cuyos niveles variaban significativamente con la edad de los participantes. Un conjunto reducido de 373 de esas proteínas fue suficiente para predecir las edades de los participantes con gran precisión.

De hecho, solo nueve proteínas fueron suficientes para hacer un trabajo aceptable. "Después de nueve o diez proteínas, agregar más proteínas al reloj mejoró su precisión de predicción solo un poco más". "Se podría hacer una prueba con buena precisión basada solo en esas nueve proteínas", dijo Wyss-Coray y su equipo de trabajo.

Resultados del estudio para los 34, 60 y 78 años de edad

Los resultados del estudio sugieren que el envejecimiento fisiológico no se produce a un ritmo perfectamente uniforme, sino que parece trazar una trayectoria más irregular, con tres puntos de inflexión distintos en el ciclo de vida humano.

Esos tres puntos, que ocurren en promedio a las edades de 34, 60 y 78 años, se destacan como momentos distintos en los que la cantidad de diferentes proteínas transmitidas por la sangre, que muestran cambios notables en abundancia, alcanza su punto máximo.

Esto sucede porque en lugar de simplemente aumentar o disminuir de manera constante o permanecer durante toda la vida, los niveles de muchas proteínas permanecen constantes durante un tiempo prolongado y luego, en un momento u otro, sufren cambios repentinos hacia arriba o hacia abajo.

Los investigadores construyeron su reloj observando niveles compuestos de proteínas dentro de grupos de personas, y la fórmula resultante demostró ser capaz de predecir las edades de los individuos dentro de un rango de tres años la mayor parte del tiempo.

También ocurrieron algunos casos divergentes con resultados interesantes: las personas cuya edad prevista era sustancialmente menor que la real resultaron ser notablemente saludables para su edad.

El estudio también reforzó el argumento de que hombres y mujeres, que estaban representados aproximadamente por igual en el estudio, envejecen de manera diferente. De las proteínas que el análisis encontró que cambiaban con la edad, 895 (casi dos tercios) eran significativamente más predictivas para un sexo que para el otro.

"Las diferencias fueron sorprendentes", dijo Wyss-Coray. Añadió que este hallazgo respalda firmemente la justificación de la política de los Institutos Nacionales de Salud, instituida en 2016, que promueve una mayor inclusión de mujeres en ensayos clínicos y la demarcación del sexo como una variable biológica.

Este estudio fue publicado en el año 2019. "Cualquier aplicación clínica de la técnica tardará entre cinco y diez años", afirmó el grupo de investigadores. Sin embargo, con una mayor validación, podría usarse no solo para identificar personas que parecen estar envejeciendo rápidamente y, por lo tanto, en riesgo de padecer afecciones relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer o enfermedades cardiovasculares, sino también para encontrar medicamentos u otras intervenciones terapéuticas.

Desde el consumo de vegetales de hojas verdes, que retardan el proceso del envejecimiento o, por el contrario, los resultados de este estudio también sirven para emitir una advertencia temprana sobre la tendencia imprevista de un fármaco a acelerar el envejecimiento.

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