Ambiental

El que contamina paga, no funciona

En la columna ambiental de hoy vamos a ver qué paso en nuestro país referido a la gestión de residuos industriales según el informe presentado por la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad de Buenos Aires. Spoiler Alert: no fue buena.Escribe: Ing. Florencia Srur

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EL DIARIO digital

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Los residuos se clasifican según diversas características, entre las cuales se destaca su origen. De este modo, los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) comprenden aquellos generados en nuestros hogares, como restos de alimentos y envoltorios, entre otros. Los patológicos, por otro lado, provienen de centros de salud e incluyen gasas, jeringas y elementos con restos humanos, entre otros. Los residuos agrícolas se originan en la agroindustria e incluyen envases de agroquímicos vacíos, restos de vegetación y animales. Por último, los residuos industriales abarcan todo tipo de desechos provenientes de industrias, desde alimenticias hasta metalúrgicas o de fabricación de automóviles.

Cada tipo de residuo requiere un tratamiento específico. Incluso dentro de cada categoría mencionada, existen distintos métodos de tratamiento según el tipo de residuo, a pesar de pertenecer a la misma categoría. En otras palabras, el residuo derivado de la producción de un automóvil difiere del generado en la producción de un budín. Asimismo, dentro de cada tipo de producción, los residuos varían. Por ejemplo, en el caso del budín, podríamos encontrar restos de alimentos y productos químicos utilizados en la fabricación. Esto indica que la clasificación por origen es una categorización macro que, a su vez, tiene subclasificaciones en función de los componentes específicos de cada residuo.

Para algunos tipos de residuos, especialmente aquellos clasificados como peligrosos, en nuestro país existe una normativa de presupuestos mínimos: la Ley Nacional N° 24.051. Esta ley establece lineamientos básicos para el tratamiento de residuos peligrosos, con el objetivo de preservar la salud humana y del ambiente. La normativa específica que tanto la persona generadora como el transportista y el acopiador del residuo deben estar registrados, lo que contribuye a la trazabilidad y gestión adecuada de los residuos. El incumplimiento de la normativa nacional conlleva sanciones económicas.

Lamentablemente, esta ley se cumple en gran medida de manera deficiente, según se informó en un reporte publicado por la Universidad Nacional de Rosario a través del Observatorio de Residuos Peligrosos de la UNR y la Universidad de Buenos Aires. Datos de la CATRIES (Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales y Especiales) y la CAITPA (Cámara Argentina de Industrias de Tratamiento para la Protección Ambiental) muestran que casi el 93% de los residuos industriales no recibe el tratamiento adecuado, lo que ocasiona graves problemas ambientales y de salud para las personas.

Se estima que en todo el país se produjeron 18.214.675 millones de toneladas de residuos industriales en el año, de las cuales apenas se trataron 1.293.820 toneladas. Esta situación es preocupante, y al compararla con datos del informe del año pasado, se observa un empeoramiento. Entre mayo de 2021 y abril de 2022, se produjeron en el país 11.251.862 toneladas de residuos industriales, de las cuales se trató el 9,6%, equivalente a 1.080.029 toneladas. En otras palabras, de un año a otro, se generaron casi siete toneladas más, y el tratamiento quedó estancado.

Además, se estima que en Argentina existen alrededor de 402.711 empresas responsables de la generación de residuos industriales y peligrosos, pero apenas unas 33.983 firmas (el 8,44%) les dan tratamiento con un proveedor habilitado.

¿Cómo resolver este problema? Imponer multas por falta de tratamiento no es una opción efectiva, ya que las empresas prefieren pagar las multas antes que enfrentar el trámite burocrático de la inscripción en el Registro establecido por la Ley Nacional N° 24.051. Una posible solución sería implementar mecanismos de premios para aquellas empresas que cumplan con la normativa. Estos premios podrían incluir la reducción de impuestos o subsidios para la producción. Asimismo, es crucial informar desde el Estado sobre lo que establece la ley y simplificar los procedimientos administrativos para su cumplimiento.

No debemos pagar justos por pecadores. El ambiente nos concierne a todos, y la contaminación derivada de la mala gestión de residuos industriales y peligrosos es gravemente perjudicial para nuestra salud y el entorno que nos rodea. El desarrollo es con el ambiente.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN° 365.

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