¿Somos culpables del Cambio Climático?

Las actividades humanas han tenido un impacto en este planeta mayormente negativo, que ha traído consecuencias a nivel global con una variación significativa en los componentes del clima, conocido más comúnmente como "Cambio Climático". El clima es un conjunto de condiciones atmosféricas propias de un lugar y está conformado por la cantidad y frecuencia de lluvias, la humedad, la temperatura, los vientos, entre otros. Es una característica de una ubicación geográfica y no varía diariamente, a diferencia del "tiempo meteorológico". Ahora bien, cuando hablamos de variación significativa nos estamos refiriendo a dos términos provenientes de la Estadística que hacen referencia a un "cambio importante". Entonces, si el clima es una característica que no varía o cambia, ¿cómo se determina un cambio climático y qué produce?

Vamos por partes, tanto la lluvia, la humedad, temperatura, viento y demás, se pueden promediar en períodos de tiempo. Por ejemplo, en la capital de la provincia de La Pampa llueven al año 650 mm (aproximados) en promedio. Esto no significa que todos los años llueva exactamente esa cantidad, algunos años habrá sequía y en otros exceso de humedad. A esas alternancias se las denomina "variabilidad climática". Pero, si una misma variación, siguiendo con el ejemplo, sequía se repiten consecutivamente durante varios años (estimado unos 10 años), estamos en presencia de un cambio en la cantidad de precipitación, un cambio en el clima. ¿Por qué? Pues si volvemos a hacer el promedio de las lluvias anuales con esos nuevos años de sequía consecutivos, nuestra media va a bajar, por lo que ya no se podría decir que en Santa Rosa precipitan en promedio 650mm anuales si no que menos. Esta es una de las formas en las que se determina, comparando registros climáticos históricos y actuales. También se puede determinar al observar las consecuencias de ese cambio climático, como son el derretimiento de los hielos polares, la desecación de mares (cómo el mar Aral en Asia Central), el aumento de incendios masivos, la extinción de especies, entre otras. Hablaremos de todas estas consecuencias en próximas columnas.

La Tierra tiene una atmósfera compuesta por gases y dispuesta en varias capas. Una de las capas, retiene el calor que viene del Sol por medio de gases de efecto invernadero y los liberan moderadamente. El efecto invernadero es algo natural en nuestro planeta, sin esté nos moriríamos de frío al no recibir luz directa del Sol o de calor al recibirla, además, se llama de esa forma porque cumple con la misma función que un invernadero de plantas. Los gases de efecto invernadero son el vapor de agua, dióxido de carbono, metano, óxido nitroso y ozono. Pero, si alguno, varios o todos de estos gases varían drásticamente, esa capa se vuelve tan densa que no hay liberación de calor. Con esta falta de liberación de calor aumenta la temperatura de los océanos, lo cual derrite los polos, entonces cambia la densidad del agua de los mares, por lo que cambian las corrientes marinas. Cabe aclarar que las corrientes marinas regulan la temperatura global, si hay un cambio esa regulación disminuye. Con esto, los veranos se hacen más calientes y los inviernos más fríos. Es un efecto dominó o "feedback positivo" y una vez que empieza es muy difícil frenarlo.

Como dijimos anteriormente, la ocurrencia de un cambio climático es natural, pero, también puede ser generada por acción humana. Desde la Revolución Industrial ocurrida en el siglo XVIII en Reino Unido, la humanidad ha estado emitiendo gases de efecto invernadero por medio de la quema de combustibles, deforestación de los bosques y ganadería. Cuando un árbol se tala todo el dióxido de carbono que la planta acumulaba tras años de fotosíntesis son liberados y, si la deforestación es por incendios, se suma el componente del humo. En cuanto a la ganadería, aporta metano a la atmósfera en grandes cantidades. Si sumamos estas tres fuentes (entre otras), tenemos un combo perfecto para engrosar la capa de efecto invernadero y producir de manera artificial un cambio climático.

Nuestra huella forma parte del ambiente, pero si esta huella nos aplasta, tenemos que ver la forma de caminar distinto.

*Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente. MPN°365