Las videollamadas se volvieron indispensables tras el inicio de la pandemia en marzo de 2020. Ahora se quiere dar el salto para poder transmitir hologramas de manera corriente.
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EL DIARIO digital
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Cuando el jefe de relojes suizos, Christoph Grainger-Herr, no pudo volar a una feria comercial mundial en China debido a las restricciones de COVID-19, decidió transmitir al estilo Star Wars. Grainger-Herr, director ejecutivo de la marca de lujo IWC, tenía previsto viajar al evento Watches and Wonders en Shanghai en abril. Cuando eso se volvió imposible, en cambio, decidió unirse al programa como un holograma 3D de tamaño real. Apareciendo en resolución 4K, pudo hablar, ver y escuchar a las personas que asistían físicamente al evento.
"Lo llevamos desde su oficina en Schaffhausen, Suiza, al evento en Shanghai", dice David Nussbaum, jefe de la firma estadounidense de hologramas Portl. "Hizo todo, conversó con otros ejecutivos e incluso presentó un nuevo reloj, todo en tiempo real. ¡Y luego lo volvimos a transmitir!"
Dado que la pandemia de coronavirus ha detenido muchos viajes globales desde marzo de 2020, ha alimentado un interés creciente en el uso de hologramas (proyecciones de luz 3D de una persona) como una alternativa más realista, más inmersiva y sensorial al vídeo. "En unos años, esta se convertirá en una forma habitual de comunicación entre oficinas", añade el Sr. Nussbaum.
Portl, con sede en Los ángeles, es una de las empresas a la vanguardia de esta tecnología, y David Nussbaum, su jefe, ha afirmado que "no podemos hacer nuestros portales lo suficientemente rápido", cuando se le preguntaba por la demanda con este tipo de tecnología.
Sus portales son cajas informatizadas de 2,5 metros de altura y con fachada de cristal. Dentro de las cabinas aparece un holograma de una persona a tamaño real.
Los portales llevan incorporados altavoces para que se oiga la "voz" del holograma. También incluyen cámaras y micrófonos para que el usuario del holograma pueda ver y oír a las personas que están frente a su proyección.
En el lugar donde la persona se encuentra físicamente solo necesita una cámara, un telón de fondo liso y otro conjunto de altavoces y micrófonos. El sistema de software de Portl, controlado por una aplicación, conecta a la persona a través de Internet con el portal o los portales, y puede conectarse a tantos como quiera.
"Casi no hay retardo", ha dicho Nussbaum. "Y si no fuera por la lámina de cristal que hay delante del holograma, pensarías que la persona está allí. De hecho, si no hay luz en el cristal para que no se vea el reflejo, entonces sí se piensa que la persona está realmente allí".
Los portales cuestan a partir de 60.000 dólares (alrededor de 53.000 euros) cada uno, por lo que son ciertamente caros, aunque la empresa dice que se pueden alquilar por bastante menos.
Pero Portl no es la única compañía dedicada al sector de los hologramas, ni mucho menos.
En Microsoft, su tecnología de comunicación con hologramas se basa en unos auriculares llamados HoloLens 2. A 3.500 dólares la unidad, son considerablemente más baratos que el sistema de Portl, pero los hologramas 3D no son reales.
Por su parte, el grupo alemán de ingeniería Thyssenkrupp es una de las empresas que está poniendo en práctica esta tecnología.
Uno de los mayores fabricantes de ascensores del mundo, solía tener que hacer volar a sus técnicos por todo el mundo para realizar las reparaciones necesarias. Ahora, estos empleados pueden utilizar los auriculares HoloLens 2 para conectarse de forma holográfica con un técnico local y guiarle en el trabajo que debe realizar.
Mientras tanto, Japan Airlines está utilizando auriculares con esta tecnología para ayudar a formar a los mecánicos de motores y a las tripulaciones de los aviones.
En lo que se refiere a la parte del consumo, Ikin, con sede en San Diego, lanzará el año que viene un dispositivo que se engancha al teléfono móvil y proyecta en el aire un holograma 3D transparente de la persona con la que se mantiene una videollamada.
Una tecnología llena de posibilidades
Aunque la ambición de la historia de ciencia ficción siga desbordando la realidad, los hologramas están muy cerca de poder tocarse gracias a un nuevo descubrimiento llevado a cabo por científicos de la Universidad de Glasgow.
Un equipo de tecnologías de detección y electrónica flexible del centro han sido capaces de generar un sistema de hologramas que utilizan aerohaptics, creando sensaciones de tacto en los dedos, manos y muñecas de las personas gracias a chorros de aire.
Así lo explica un artículo publicado en The Conversation. Los hologramas que pueden tocarse y sentirse fueron creados con piezas asequibles comercialmente disponibles para combinar gráficos generados por computadora con chorros de aire cuidadosamente dirigidos y controlados.
Se trata de ir un paso más allá con la tecnología actual de realidad virtual, que se sirve de cascos o gafas para visionar gráficos tridimensionales y guantes inteligentes para proporcionar retroalimentación háptica. Brindar una sensación de tacto artificial es más natural y puede mejorar lo presente.
Se trata de un descubrimiento que podría ofrecer experiencias de videojuegos más absorbentes, videoconferencias más convincentes, apretones de manos virtuales e incluso mejores tratamientos médicos.