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"Dos de las chicas le robaron 30 kilos de cocaína a Sotacuro", reveló Celeste Guerrero

Celeste Guerrero
Celeste Guerrero.
La acusada declaró ante el fiscal Adrián Arribas.

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EL DIARIO digital

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Celeste Magalí González Guerrero, la mujer detenida por el triple femicidio de Florencio Varela y quien alquila la casa donde ocurrió el horror, amplió su indagatoria y aportó datos clave sobre la noche del crimen al ser indagada por el fiscal Carlos Arribas. Confesó no solo su rol, sino también el de su pareja. Contó que ella estaba cuando llegaron las chicas y por qué las mataron: "Bajaron sonrientes, como engañadas que venían a una fiesta".

Según la declaración, aseguró que el motivo del triple femicidio fue un robo de droga: "Le robaron 30 kilos de cocaína al 'Duro'", al que identificó como Víctor Sotacuro, otro de los detenidos y quien dijo que solo fue un remisero en toda esta historia.

Y dijo que al menos dos de las víctimas estaban señaladas como participantes en ese robo de los estupefacientes. "Dos de las chicas fueron. Sé que una era Brenda (Del Castillo), pero la otra no sé quién fue", sostuvo. Y agregó: "Aunque creo que la de 15 años (Lara Gutiérrez) no tenía nada que ver".

Luego, se refirió a la estructura interna de la organización criminal. Dijo que Sotacuro era quien daba órdenes a Tony Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", desde una posición superior. Y que Miguel Villanueva, su pareja, otro de los imputados, era parte del eslabón inferior, debiendo responderle al ahora alojado en un penal de Perú a la espera de la extradición.

"Miguel lo hizo gratis eso, lo de matar a las chicas, porque no le dieron nada. Matías (Ozorio) me contó que a Julio (como ella llamaba a "Pequeño J") alguien, que no sé quién, le pagó un millón de dólares por lo que hicieron", afirmó.

Con respecto a su rol en la banda, la mujer dijo que, al igual que su pareja, se dedicaba a vender cocaína. Contó que la droga era traída desde un domicilio en el barrio porteño de Nueva Pompeya, donde residía "Pequeño J". "Casi siempre era Ozorio quien me traía el producto, entre 100 o 120 envoltorios, que valían $10.000 cada uno", detalló.

En otro tramo, sobre la noche del crimen, apuntó que, cuando regresó a su casa tras un par de horas en la calle vendiendo droga, vio a Ozorio y a otros dos hombres cavando el pozo donde luego fueron enterrados los cuerpos de las víctimas.

De acuerdo a su relato, también estuvo presente al momento de la llegada de Brenda, Morena y Lara en la Chevrolet Tracker blanca. Aseguró que en el vehículo en el que llegaron las chicas también estaban Sotacuro, "Pequeño J" y un tercer hombre desconocido. Remarcó: "Bajaron sonrientes, como engañadas que venían a una fiesta".

González Guerrero mencionó que, además de quienes llegaron en la camioneta y de los tres que cavaron el pozo, en la casa había tres hombres más, desconocidos para ella, que le llamaron la atención por tener guantes de látex. Uno era David Gustavo Morales Huamaní, alias "El Loco" David. Lo reconoció en las fotos.

Tras ello, la mujer se retiró a vender la droga que le quedaba. Afirmó que regresó al domicilio cerca de las 4 del sábado, cuando ya se habían cometido los crímenes. Dijo que apenas se asomó por la puerta y vio "el piso todo sucio, lleno de barro" y a "Pequeño J", Ozorio y otros dos hombres.

"Me abre la puerta Miguel y veo que tenía uno de sus dedos sangrando. Me explica que cuando fue a la casa a dejar el parlante (NdR: se lo habían alquilado a otro de los detenidos, Ariel Giménez), cuando abrió la puerta, una de las chicas quiso salir corriendo como para escaparse y, ante eso, él agarró un destornillador que estaba a mano y un vidrio y la mató", narró la acusada.

Y continuó: "Me dijo que le clavó el destornillador en el cuello, pero como seguía viva fue al fondo a buscar un fierro y se lo aplastó en la cara". La detenida afirmó que Villanueva también le dijo que "a Brenda la mataron primero, luego Morena y última Lara. Mencionó que a la que le cortaron los dedos, estaban jodiendo con que uno de sus falanges se lo comió su perro 'Pantera' (una de las mascotas que tenían en la casa)".

Siguiendo el relato, junto a su pareja fueron a comprar botellas de lavandina y otros artículos de limpieza, además de dos bidones de nafta que se usaron para incendiar la camioneta Chevrolet Tracker. Ella misma los guio hasta el descampado donde prendieron fuego el vehículo.

Luego, la mujer caminó unas cuadras hasta el punto de encuentro con un delivery, donde recibió comida que había encargado. "Cuando llego a mi casa con las hamburguesas no vi sangre, nada. Ya lo habían limpiado con los productos que compramos. En ese momento solo estaban Matías y Miguel. Matías se pidió un remís y se fue con las hamburguesas", relató.

Durante la indagatoria, a la acusada le mostraron varias fotografías de sospechosos. Ella pudo reconocer a algunos, como a "Pequeño J", sobre quien además dijo que llamaba "tío" a Sotacuro.

A otros no pudo identificarlos. "Pueden ser familiares. Pueden ser su 'papá' y su 'abuelo'. En la jerga, 'Abuelo' es quien la produce, el máximo dentro de la escala, y 'Papá' es quien baja en toneladas la droga. Luego están los 'Tíos' y después los 'Pequeños', como Julio, que solo manejaba 10 o 7 kilos de drogas. Últimos están los pibes, los que venden, a los que les dicen 'Los Bebés' o 'Mulo'. Sé que Matías Ozorio, quien es 'Mulo' de Julio, conocía a 'Papá' y 'Abuelo', y sabía dónde vivían; en cambio, yo no. A Julio solo lo vi dos o tres veces en mi vida", explicó.

Antes de finalizar, a González Guerrero le preguntaron por qué decidió contar todo esto. "Hasta ayer yo estaba amenazada por Miguel. Me decía que si lo traicionaba me iba a matar", respondió.

Y también confirmó que el triple crimen fue visto en video, según lo que le comentó su pareja: "Me dijo que estaban haciendo una videollamada con quien le dicen 'Papa' y 'Lima', que sería custodio de 'Papa'. Les mostraban cómo las mataban, creo que fue a la primera, y que 'Papa' y 'Lima' estaban en José C. Paz".

Como dato contó que "Lima" se llama Abel, es de nacionalidad peruano, tiene entre 33 y 34 años: "Él me contó por conversación de WhatsApp que vio en vivo cuando mataban a una de las chicas. Lo que no sé es por donde hicieron esa videollamada, ellos suelen usar una aplicación llamada 'Zangi'".

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