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Paolo Rocca advirtió por la ola importadora y el riesgo del acero chino en la industria local

El presidente del Grupo Techint reflejó la preocupación de la UIA frente al freno de la actividad manufacturera y al avance de las importaciones. Señaló que el ingreso de productos chinos pone en duda nuevas inversiones.

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EL DIARIO digital

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En un escenario de actividad industrial estancada y de creciente apertura importadora, el presidente del Grupo Techint, Paolo Rocca, expuso las inquietudes que circulan entre los industriales argentinos. Durante el encuentro "Industrialización, comercio y aranceles", realizado en el Centro de Convenciones de Techint, el empresario advirtió que "el aumento de las importaciones chinas afecta la cadena de valor y pone en duda decisiones de inversión".

Rocca insistió en la necesidad de "nivelar la cancha" para fortalecer la producción local, un reclamo compartido por la Unión Industrial Argentina (UIA). El dirigente industrial expresó estas preocupaciones en presencia de Robert Ligthizer, ex representante comercial de Estados Unidos durante la presidencia de Donald Trump y referente del proteccionismo frente al avance de China.

Los números de la UIA reflejan el difícil momento que atraviesa el sector: la actividad manufacturera muestra un retroceso promedio de 10% respecto de 2023, con desplomes del 24% en los rubros vinculados a la construcción. Sólo tres ramas registraron crecimiento en lo que va del año: molienda de soja, refinación de petróleo y producción de motos. El resto permanece "en la lucha", según el último informe de la entidad fabril.

La apertura importadora profundizó el malestar: en los primeros siete meses de 2025, las importaciones desde China sumaron USD 9.752 millones, un incremento interanual del 73,9%. Con un peso del 22,3% en el total de importaciones argentinas, el gigante asiático se consolidó como el segundo proveedor de bienes después de Brasil. El saldo comercial bilateral dejó un déficit de USD 5.714 millones para la Argentina.

En paralelo, los industriales advierten que el ingreso de acero chino podría amenazar proyectos estratégicos en minería y energía, en particular en Vaca Muerta. "Casi ningún sector puede competir con los productos del gigante asiático —escala y condiciones laborales inaceptables para occidente mediante— aunque se mantenga la estabilidad macroeconómica", alertó un referente textil.

Según Martín Rappallini, presidente de la UIA, la crisis ya repercute en el empleo: desde marzo, la industria pierde entre 1.000 y 1.500 puestos de trabajo por mes. A esto se suman las dificultades para acceder al crédito por el aumento de tasas, lo que encarece el capital de trabajo y limita la capacidad de inversión.

Con la mirada puesta en las elecciones legislativas, Rocca fue tajante: "Hasta las elecciones todo va a estar frenado, después veremos qué pasa. Pero si hay recuperación de los ingresos y la actividad, no sirve que sea para que la gente compre productos chinos".

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