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EL DIARIO digital
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Durante una sesión clave en el Senado, la ministra Patricia Bullrich lanzó una crítica directa contra la vicepresidenta y presidenta de la Cámara alta, Victoria Villarruel. Desde su perfil en redes sociales, le exigió que "se levante" y deje de avalar la sesión, advirtiendo que al hacerlo podría estar siendo cómplice del "kirchnerismo destructor".
Los bloques opositores habían logrado un quórum con apoyos peronistas, radicales y provinciales para dar tratamiento a proyectos sobre aumentos de jubilaciones, emergencia en discapacidad y coparticipación del combustible. Bullrich advirtió que esa sesión representaba un "golpe institucional" y reclamó a Villarruel que no denigre la función del Senado ni permita decisiones contrarias al mandato popular que la llevó al cargo.
La resolución de abrir la sesión sin consenso del oficialismo generó una tensión inédita en el Gobierno. Bullrich calificó el accionar de "planificado" y aseguró que, de continuar, el Ejecutivo "no lo dará por válido" y recurrirá a la Justicia para impugnar las medidas adoptadas.
La ministra advirtió que la operación en el Senado busca "arrebatar poder" a la conducción formal del cuerpo y amenazó con que el Gobierno judicializará los procedimientos si se avanza. En sus palabras, la convocatoria opositora "rompe los pactos mínimos de convivencia política" y afecta la legitimidad institucional.
La pulseada en el Senado reflejó una fractura interna que suma presión al oficialismo. El cruce hizo explotar la tensión entre la conducción política del Gobierno y la vicepresidencia, que terminó siendo el eje del debate institucional del día.