El Parlamento ruso ratificó la decisión de reconocer como repúblicas a las regiones separatistas del este de Ucrania. Occidente amenaza con más sanciones a Moscú.
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EL DIARIO digital
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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó sendos decretos en los que reconoce la independencia de las dos regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, decisión condenada por Occidente como una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania.
Vladimir Putin sacó una carta que dejó a Occidente sumido en el estupor: el mandatario ruso reconoció por decreto la independencia de las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás. Seguidamente, Moscú ordenó el despliegue de tropas rusas en la zona para “mantener la paz” y agregó un decreto llamado “de amistad y reconocimiento mutuo” con el cual, como se trata de territorios reconocidos como “independientes”, abre la posibilidad a una intervención militar de mucha más amplitud.
La primera secuencia final de esta crisis resulta aún incomprensible. El domingo, el presidente francés Emmanuel Macron asumió una nueva misión mediadora y habló una hora y 45 minutos con Vladimir Putin, con el presidente de Estados Unidos Joe Biden y con el jefe del Estado de Ucrania Volodímir Zelenski.
La presidencia francesa indicó, al cabo de esos diálogos, que Putin y Macron “se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de restablecer el alto el fuego" en el Este de Ucrania. Los comunicados, además, reafirmaron la reanudación de las negociaciones diplomáticas en torno al conflicto en el Este de Ucrania, así como una amplia mesa donde se abordaría el tema de una nueva arquitectura de seguridad en Europa, uno de los temas más sensibles para la parte rusa porque implica el fin de la extensión de la Alianza Atlántica hacia los países del Este de Europa.
En la madrugada europea, el palacio presidencial francés adelantó también que Putin y Biden habían aceptado participar en una cumbre. Todo parecía resuelto hasta que al mediodía el Kremlin afirmó que hablar de una cumbre era “prematuro”. El apagón de todas las opciones diplomáticas llegó luego cuando Vladimir Putin firmó el decreto mediante el cual reconocía la independencia de esas dos regiones que, desde hace casi una década, atraviesan una encarnizada guerra entre separatistas rusos y militares ucranianos que ya dejó un saldo de casi quince mil muertos según cifras de las Naciones Unidas.