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EL DIARIO digital
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"Tengo mucha emoción. Jugamos por 45 millones. La gente no está pasando un buen momento por lo económico y darle una alegría es buenísimo. El árbitro no sé qué cobró en el tiro libre, dio 10 minutos de adicional, quería que nos empataran. El peor árbitro de la Copa. No pude ayudarlos a los chicos en los 90, estábamos cansados, pero por suerte pude hacerlo en los penales. Atajé dos, pero podía haber atajado alguno mal. Ganamos porque tenemos huevos, pasión y porque jugamos por los 45 millones de argentinos. Nosotros estamos tan ilusionados como ellos".
Lautaro metió el definitivo y todos salieron disparados a buscarlo y el Dibu se quedó tirado, mirando al cielo. Y la explosión no tardó en aparecer. Se sacó el buzo, lo usó para revolear y cantar con la gente. Se fue insultando a algún holandés (un "fucking, p de m ") y listo para recibir los mil abrazos. La fiesta era toda suya.
Y todo justo contra Países Bajos. El mismo rival que en 2014, tras llegar a los penales, Mascherano le dijo a Romero que se convertiría en héroe. Y así como Chiquito lo hizo en San Pablo, ahora fue el momento para Martínez.