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EL DIARIO digital
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La viceintendenta de Santa Rosa, Romina Montes de Oca, participó este martes de la inauguración de la modernización de la oficina comercial de Movistar en la capital pampeana. La información fue difundida por el Sindicato de las Telecomunicaciones a través de sus redes sociales.
Montes de Oca es empleada de Telefónica y forma parte del gremio que conduce su padre, el sindicalista César Montes de Oca. El sindicato celebró la renovación del local con un mensaje en el que destacó que el recambio tecnológico "fortalece la empleabilidad" y mejora la atención al público.
"Nuestras compañeras del CEC Santa Rosa cuentan hoy con una oficina comercial renovada, lista para atender con mayor calidad y eficiencia la demanda de servicios de telecomunicaciones y TIC de toda la región. La modernización también es una oportunidad para fortalecer el rol de las trabajadoras en un sector en permanente transformación", señalaron en un comunicado desde el gremio.
La presencia de la viceintendenta ocurre mientras sigue bajo la lupa del movimiento cooperativo, que la cuestionó luego de que trascendiera que ofició de anfitriona junto a su padre en la reunión con el intendente Luciano di Nápoli y directivos del Grupo Clarín, ocasión en la que se presentó el plan de inversiones del holding para el tendido de fibra óptica en la ciudad.
Aquel proyecto fue girado por el intendente al Concejo Deliberante, pero terminó en archivo: el bloque oficialista argumentó que la empresa avanzó con la instalación de postes y el tendido de cables sin esperar autorización formal. La Municipalidad constató irregularidades, aplicó multas y exigió detener los trabajos y retirar la infraestructura colocada de manera ilegal. Sin embargo, las empresas tercerizadas vinculadas al grupo continuaron con las tareas.
En medio de las críticas, Montes de Oca mantuvo silencio durante los últimos meses y no explicó públicamente su rol en esa reunión. Desde el movimiento cooperativista la señalaron como lobbista del Grupo Clarín y denunciaron que la firma pretende imponer prácticas de competencia desleal en la capital pampeana.
A este escenario se suma que aún no se aprobó la fusión de Telefónica y Telecom, una operación observada por organizaciones de defensa del consumidor por la posición dominante que generaría en el mercado argentino.