La Pampa

La Pampa tuvo una de las mayores caídas del país en el reparto de fondos nacionales: -12,6% en septiembre

Fue la tercera provincia más afectada, solo detrás de Santa Fe y Córdoba. Las transferencias automáticas cayeron 10,3% a nivel nacional, pero el retroceso pampeano fue más pronunciado.

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EL DIARIO digital

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La Pampa sufrió en septiembre una fuerte baja real del 12,6% en las transferencias automáticas que envía la Nación, ubicándose entre las jurisdicciones más golpeadas del país, según el informe de Politikon.

El mes pasado, los giros a la provincia totalizaron $90.492 millones, frente a los $78.482 millones de igual mes del año anterior. Aunque el incremento nominal fue del 15,3%, la inflación proyectada del 2,2% mensual llevó el resultado a terreno negativo en términos reales.

A nivel nacional, las transferencias automáticas a provincias y CABA —que incluyen coparticipación federal, leyes especiales y compensaciones— sumaron $5,09 billones, mostrando una baja real del 10,3% interanual, la peor para un septiembre desde 2017.

En el caso pampeano, la caída fue superior al promedio nacional y similar a la de Santa Fe (-12,8%) y Córdoba (-12,7%), lo que refleja el fuerte impacto de la retracción en los fondos por leyes especiales y la merma de impuestos coparticipables.

En el acumulado enero-septiembre, La Pampa recibió $781.019 millones, un aumento nominal del 46%, pero apenas 0,7% real si se descuenta la inflación, quedando entre los distritos de menor crecimiento del país.

Según el estudio, la contracción se explica por la baja en Impuestos Internos (-34,6%) y Otros Coparticipados (-83,2%), mientras que el IVA y Ganancias mostraron leves mejoras que no alcanzaron a compensar el retroceso general.

Impacto político y fiscal

La magnitud de la caída coloca a La Pampa en una posición delicada: menos recursos en un contexto de alta inflación y presión sobre el gasto público. Desde el punto de vista fiscal, la provincia deberá afrontar mayores dificultades para sostener la inversión, los programas sociales y la masa salarial, que dependen en buena medida de las transferencias nacionales.

En el plano político, el retroceso alimenta las tensiones entre las provincias y el gobierno central, en medio de reclamos por un reparto más equitativo y previsible. En la administración pampeana leen este deterioro como una señal de alerta sobre el margen de maniobra que deja el ajuste fiscal nacional y sobre los límites de un esquema de coparticipación que, una vez más, castiga a los distritos del interior con menor peso poblacional y político.

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