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EL DIARIO digital
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General Pico (Agencia) - Taxistas y remiseros debían analizar esta semana el porcentaje de actualización tarifaria, pero decidieron no aumentar por la drástica caída de viajes que registraron en los últimos meses. En pasado mes de febrero, cuando aumentaron por última vez, la recaudación se cayó alrededor del 50%.
La crisis económica obliga a los vecinos a recortar gastos de todos lados y, para muchos piquenses que hasta hace un tiempo moverse en remis era habitual, hoy ya es un lujo. Así lo advirtieron los representantes del sector, que esta semana se reunieron con funcionarios de la Municipalidad y concejales para analizar la actualización tarifaria, que por ordenanza se revisa cada tres meses, y allí determinaron no aumentar porque los piquenses no están utilizando el servicio.
Uno de los remiseros presentes en la reunión puso en números la crítica situación del sector. Recordó que en el mes de febrero se había acordado un 25% de aumento y, a la semana de haberlo implementado, los viajes se cayeron un 50%.
La fórmula polinómica arrojaba, de marzo a junio, un incremento que rondaba entre el 6% y el 7%, aunque los propios taxistas y remiseros jamás se ajustaron al porcentaje de dicha fórmula y siempre cerraron una actualización mayor luego de acaloradas discusiones, pero en esta oportunidad la gran mayoría de los trabajadores del sector coincidió que esta vez ni siquiera se podía aplicar el cálculo matemático del último trimestre.
En Pico hay alrededor de 200 licencias, aunque hoy en la calle trabajarían unos 150 taxis y remises, que conviven con las consecuencias del ajuste desde hace más de un año, pero que impactó bruscamente en los últimos meses.
Si bien en la reunión de esta semana no se abordó el tema de la APP local para taxis y remises, que se encuentra en análisis del Concejo Deliberante dentro de la nueva ordenanza que regula todo el transporte de la ciudad, varios choferes mantienen la esperanza sobre el lanzamiento de herramienta tecnológica, no para evitar el desembarco de Uber en una ciudad chica con pocos viajes, sino como alternativa para mejorar la complicada situación actual.
El funcionamiento a través de una plataforma digital generaría un contacto más directo entre el chofer y el cliente, e instalaría otra discusión en el sector, porque marginaría del negocio a quienes hoy son los dueños de gran parte del pasaje, las agencias.