Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La reciente habilitación oficial del ingreso de carne con hueso plano como el tradicional asado a la Patagonia desde zonas con vacunación contra la fiebre aftosa, entre ellas La Pampa, sigue generando repercusiones. Este viernes, la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro presentó un recurso administrativo y una acción de amparo judicial para intentar frenar la implementación de la Resolución 460 del Senasa.
La noticia encendió las alarmas en varias provincias del sur, donde los productores temen que la medida ponga en riesgo el estatus sanitario diferencial de "zona libre de fiebre aftosa sin vacunación", vigente en la Patagonia desde hace más de dos décadas. Pero en La Pampa, la reacción es muy diferente: la apertura representa una oportunidad largamente esperada por los productores ganaderos, que ahora podrán comercializar uno de los cortes más populares en un mercado históricamente vedado.
"Es una medida clave para nuestra economía regional, que permite mejorar la competitividad y frenar el ingreso ilegal de carne", señaló una fuente del sector frigorífico pampeano. El asado con hueso pampeano, que hasta ahora no podía cruzar el Río Colorado de forma legal, podrá hacerlo bajo condiciones sanitarias estrictas y trazabilidad completa.
El sur judicializa la medida
Desde General Conesa, el presidente de la Sociedad Rural local, Roberto Gutiérrez, confirmó a La Nación que la Federación de Sociedades Rurales de Río Negro avanzó con un recurso ante Senasa y un amparo judicial en la Justicia federal. "Esto no puede hacerse sin consulta previa con los actores de la cadena productiva regional", sostuvo. También anticipó que otras zonas del sur bonaerense, como Patagones y Villarino, podrían sumarse a la presentación judicial.
Los reclamos incluyen riesgos sanitarios y pérdida del estatus diferencial, aunque desde Senasa aseguran que el nuevo régimen no modifica esa condición y que se mantiene la prohibición sobre cortes con hueso largo. Aun así, dirigentes de Chubut, Santa Cruz y Río Negro consideran que el ingreso de carne desde zonas vacunadas "abre una puerta peligrosa".
La molestia se replica en otras provincias. "La verdad es que los productores patagónicos, y en particular los santacruceños, estamos molestos. Molestos porque toda esta situación comenzó de manera inconsulta", expresó Leandro Balerini, presidente de la Sociedad Rural de Bariloche, y agregó: "Se había otorgado una prórroga hasta el 9 de agosto, y ayer por la tarde nos enteramos de esta nueva resolución, otra vez sin consulta. Realmente se tira por la borda el trabajo de 20 años".
Para el dirigente, el riesgo principal es sanitario. "Nos encomendamos a las fuerzas del cielo para que no se enferme ninguna vaca. Si llegara a pasar algo, es evidente que los mercados van a reaccionar en consecuencia, y seguramente, la Patagonia se verá afectada", apuntó.
Desde Chubut, Osvaldo Luján, presidente de la Federación de Sociedades Rurales de esa provincia, también cuestionó la forma en que se avanzó con la medida. "Vemos con desagrado que se publique una resolución cuando estamos en pleno debate desde hace bastante tiempo sobre este tema", señaló. "Hemos mantenido reuniones tanto con la Secretaría de Agricultura como con Senasa la última fue en el mes de mayo y, a partir de allí, se había prorrogado por 60 días la suspensión de la resolución 180/25".
Según Luján, incluso la resolución anterior establecía que, una vez obtenida la respuesta de los mercados externos, debía realizarse una nueva reunión con autoridades provinciales y entidades productivas antes de avanzar. Eso no ocurrió: "En el día de ayer, el jefe de Gabinete de la Secretaría [de Agricultura] se comunicó con los ministros de Producción de las provincias patagónicas para informarles que iba a salir esta resolución". Y añadió: "También hubo un contacto, por parte del secretario Iraeta, con un representante de una federación, pero fue una comunicación en el marco de una decisión ya tomada".
Los dirigentes alertaron que el ingreso de carne con hueso desde zonas con vacunación podría poner en peligro el estatus diferencial de la Patagonia, reconocido internacionalmente. "Se está llevando a una región que está libre de fiebre aftosa sin vacunación a plegarse al resto del país, que sí vacuna", advirtió Luján. "Por eso hacemos responsables a las autoridades por cualquier foco que pudiera surgir en la zona norte, lo que podría obligar a que la región vuelva a vacunar para evitar el riesgo de que la enfermedad reaparezca, lo cual sería extremadamente perjudicial", agregó.
Resaltó que la Patagonia representa mucho más que un porcentaje menor de cabezas de ganado: "Para algunos funcionarios puede representar solo el 4% de los animales del país, pero no consideran que somos el 33% del territorio nacional", dijo. "Es una zona compleja para producir, que mantiene soberanía y donde la producción representa un fuerte arraigo". También cuestionó el argumento de la necesidad de aumentar la oferta de carne: "Hace muchos años que la carne de la zona norte ya ingresa, y más del 65% de la carne que se consume en Patagonia proviene del norte del país, sin que eso haya generado una mejora real en el precio".
En la misma línea, Enrique Jamieson, presidente de la Sociedad Rural de Río Gallegos, calificó la decisión como un retroceso. "La verdad es que todavía no entendemos por qué se opta por 'ensuciar' la Patagonia en este sentido, en lugar de trabajar hacia una Argentina libre de aftosa sin vacunación", dijo. "Acá han primado los intereses económicos de algunos sectores, en contra de los intereses económicos de una producción regional".
En La Pampa, apoyo político y alivio ganadero
A diferencia de lo que ocurre en el sur, en La Pampa el gobierno y el sector ganadero no observan riesgos sanitarios en la apertura, y destaca que desde hace años se exigía un cambio para legalizar una realidad: la carne pampeana ya ingresaba clandestinamente a la Patagonia, con los riesgos que eso implicaba para la sanidad y la trazabilidad.
Aunque el reclamo judicial patagónico recién se inicia, el escenario podría derivar en un nuevo capítulo de tensiones entre regiones productivas. Mientras tanto, los frigoríficos pampeanos ya trabajan para adaptar sus canales de distribución al nuevo mercado habilitado.
"Esperamos que la Justicia no retroceda en una medida que tiene más beneficios que riesgos. La trazabilidad está garantizada y el estatus sanitario no se compromete. Lo que se pone en juego acá es un modelo de desarrollo más justo y federal", sostuvieron fuentes del sector agroindustrial pampeano.