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EL DIARIO digital
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Como si fuera un "dejavú" de los peores años para la economía popular, la herramienta del trueque empieza a aparecer a la fuerza en los sectores trabajadores y más necesitados: la crisis explota de ese modo porque no hay dinero circulante y entonces se replica el canje de productos, como ocurría a fines de los '90 y a principios de siglo.
Así lo reveló Soledad Álvarez, que es parte del Merendero "Nelson Mandela", uno de los puntos donde estallan cotidianamente las necesidades producto de las políticas nacionales de ajuste exacerbado.
La referente barrial hizo una convocatoria pública pidiendo donaciones de harinas, levaduras y azúcar, para las mujeres desempleadas del barrio que se encuentran realizando tortas fritas, roscas y pasteles para poder sobrevivir. Las personas interesadas en donar pueden comunicarse al 15448247 o acercarse a a Cavero 1648.
Álvarez explicó que "es algo que venimos haciendo hace bastante y lo habíamos dejado de hacer porque muchas mamás tenían otros trabajos, pero la realidad es que las han corrido por tema de transporte, porque han pedido un aumento y se pusieron a vender masas y cosas así, por estamos pidiendo para poder realizar panificación".
Soledad Álvarez contó en Radio Kermés que "estamos trabajando con 26 familias y ninguna cuenta con un trabajo fijo en blanco, algunas cobran asignación, algunas no cobran ningún beneficio y son las que más necesitan reforzar".
"Acá la mayoría son mujeres, los papás no existen o son difíciles de localizar y son mujeres cabeza de familia, entonces son las que necesitan trabajar", insistió. Y confirmó que empieza a verse un regreso del trueque: "al no manejar dinero, no te queda otra que realizar un cambalache. Es tremenda la situación en la que estamos".
"Den una vuelta por el barrio, porque hay mucha necesidad, tenemos muchas mujeres sin servicios, que no tienen para comer. Es realmente triste lo que está pasando y nadie hace nada, entendemos que el municipio no da a basto, que el gobierno no da a basto, pero hay gente que está pasándola mal. Tenemos gente con bajo peso, cantidad de pibes que a la noche no comen y ya la taza de té no está sirviendo. Pasen por los barrios y se van a dar cuenta de otra realidad", completó.