Conductor se durmió y volcó en la Ruta Provincial 9
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EL DIARIO digital
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La frase pertenece al médico Jorge Rigutto y era un pedido para el periodista de General Acha, Gustavo Ayet. La maniobra consistía en "hablar" con el juez Míguez Martín, a cargo de la causa por abuso y por la que el cirujano estaba con domiciliaria. "Él creía que yo iba a poder cambiar la prisión domiciliaria, pero en realidad no se habló de eso con el juez", dijo Ayet en su declaración por zoom.
El periodista y el cirujano tenían un vínculo de amistad en 2022, pero ahora "no nos frecuentamos", contó el periodista achense. En aquella época, los llamados de Rigutto eran insistentes para que Ayet pudiera mediar ante el juez y que Rigutto fuera beneficiado.
"Estaba en una situación desesperante, sumamente deprimido y me dijo que se habría colgado con una sábana en la celda", relató Ayet sobre Rigutto. Y explicó que su intención era "alegrarlo, escucharlo, él no tiene muchas amistades. Por eso le seguía la charla".
En varias llamadas, Rigutto insistía en la necesidad del encuentro con el juez. "Es de vital importancia la maniobra tuya", le dijo por teléfono y contó también que Toulousse "va a comer un asado con la forense de Acha, que vive al lado del juez".
Finalmente, Ayet comunicó que el encuentro se iba a realizar. "Esto no se lo tenés que decir a nadie, ni a tu novia, pero mañana me reúno con el juez. No digas nada porque podemos meter la pata si se enteran", dijo el achense a Rigutto.
Y aclaró que "la charla se produjo, pero no se habló de la situación de la domiciliaria de Rigutto. Solo quería saber si podíamos evitar que mi mujer declarara en la causa por abuso, pero el juez me dijo que tenía que hablar con sus defensores".
En el cierre de su testimonio, Ayet explicó ante el Tribunal porque no cumplió lo que le dijo a Rigutto: "uno miente a veces para ayudar. Uno dice lo que el otro quiere escuchar. No podía esquivar el bulto y dije que lo iba a ayudar, pero no podía", concluyó.
