Ley Micaela: capacitan en el Concejo
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EL DIARIO digital
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Verónica Martínez es una luchadora. Padece atrofia muscular, que la obliga desplazarse en una silla de ruedas. Pero eso no es un impedimento para desarrollar su profesión de contadora, de ser una emprendedora, atender a su familia y pelear por los derechos de las personas con discapacidad.
El pasado 26 de abril celebró una noticia. "Y llego el dia! Hace pocos minutos tome la primera dosis de la medicación que tanto esperaba. Ahora hay Vero para rato!", festejó en las redes sin ocultar la alegría por iniciar ese tratamiento.
Pero hace pocos días recibió una noticia amarga: la Cámara de Apelaciones le dio la razón a la obra social provincial, el SEMPRE, que se niega a pagarle una medicación que le ayuda a tener una mejora calidad de vida.
Por eso sus compañeros lanzaron una campaña en respaldo a Verónica y a la espera de un fallo del Superior Tribunal de Justicia.
"Desde que empezó con la medicación, los cambios fueron notorios. Pero ahora la Justicia falló en contra y como última instancia le queda apelar al STJ", dijeron sus compañeros.
El sentido mensaje de Verónica
"A veces siento que mi vida es como competir en las olimpiadas permanentemente", escribió en sus redes sociales Verónica Martínez.
"Recuerdan hace 3 meses cuando les compartí la alegría por empezar a tomar la medicación que frena el avance de mi enfermedad. Bueno...como era lógico la obra social Sempre apelo la medida del juez. Recién hoy tengo fuerzas para contarles que la Cámara de Apelaciones fallo en contra mío", se lamentó
"Si les cuento el por qué se van a indignar cono yo: las juezas de Cámara consideraron los posibles efectos adversos, como diarrea, vómitos, erupción en la piel, etc. Lo mismo que puede causar una aspirina. Sin embargo no tuvieron en cuenta los otros efectos que la droga me dio y que fueron detallados por mi médico en el informe judicial", desafía.
"Quizás no lo vieron pero les cuento: antes la mano derecha apenas la podía mover y me fatigaba. Ahora la muevo de un lado a otro permanentemente. Antes apenas llegaba a tipear la "u" en el teclado. Ahora me balanceo para escribir. Antes con suerte podía conducir media cuadra. Ahora ando 50 sin problemas", relató sobre el impacto de esa medicación.
"Logre levantar levemente y mover mi cabeza a en la cama. Hoy puedo disfrutar de todo lo que hago en el día sin cansarme. Eso para mi es muchísimo. Lo sabe y entiende cualquier persona con sentido común", dice como con bronca.
"Ahora debo emprender una nueva batalla. Debo apelar ante el Superior Tribunal de Justicia de La Pampa para que revea la medida. Además del esfuerzo económico, físico y mental que significa dar este paso para no suspender la medicación, debo estar fuerte emocionalmente", confió.
"Indudablemente el sistema funciona para maltratarnos y que nos rindamos ante medidas totalmente arbitrarias. En este caso, se encontraron con una mujer fuerte, educada, tenaz, perseverante con una red de apoyo increíble que va a luchar nada más ni nada menos que por vivir", lanzó Verónica.
