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EL DIARIO digital
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El ajuste en el CONICET fue tomado con preocupación también en La Pampa. La motosierra del presidente Javier Milei se la agarró ahora con unas 250 personas con becas doctorales y posdoctorales, que quedan fuera del sistema, pese a que bancar sus tareas en realidad es un "costo insignificante" en el presupuesto nacional, según advirtió Silvia Di Liscia, directora del Instituto de Estudios Históricos y Sociales.
La profesional lamentó la actitud del gobierno libertario, que "desvaloriza las tareas científicas". "Ya ha habido muchas no renovaciones de contratos. En este caso se trata de becarios doctorales y posdoctorales a los cuales, a pesar de que ya había acuerdos en el organismo para extender las becas, se les ha dado de baja y ya no forman parte del CONICEN. Es una situación muy complicada, no sólo para esas personas sino también para lo que significa para los proyectos", apuntó Di Liscia.
Remarcó que "son personas que estaban haciendo un aporte desde sus estudios de posgrado o posdoctorales, son personas jóvenes muy preparadas y formadas en su mayoría, en universidades públicas. Estas personas no es que no trabajan, están haciendo trabajo de campo, en bibliotecas, en laboratorios, haciendo un trabajo muy sacrificado", aseveró.
Di Liscia lamentó que "estas personas ahora tienen que ir y conseguir otro trabajo, que no es sencillo; muchas de ellas están formadas y especializadas en determinados ámbitos, primero porque en el sector privado casi no hay ciencia, y en el sector público tampoco es sencillo porque son personas que no suelen estar formadas para formar a otros, sino para investigar".
"Estas personas que están afuera del sistema ahora mismo son personas que también han tenido sus premios", remarcó en declaraciones a Radio Kermés. E insistió: "hay una desvalorización de las tareas científicas, pero que degradan año a año la tarea que se hace. Gran parte de los trabajos de ciencias sociales y humanidades obedecen a problemas graves de nuestra sociedad, como la educación y tenemos problemas graves en la educación y hay gente trabajando en eso, pero esas personas para la sociedad parece que son inútiles, que su trabajo no sirve".
Advirtió que "esto va a tener consecuencias más adelante, porque muchas personas, en base a esto, tampoco van a elegir la carrera de investigador y van a elegir otros caminos que están en el exterior, es decir se va a ir y eso lo estamos viendo y es frustrante".