"Ustedes legisladoras presten atención. En Familia estamos abandonados"

Fernanda Coronel, defensora civil de General Pico, declaró este martes en el juicio que se lleva adelante contra la jueza Ana Clara Pérez Ballester y la asesora Elisa Alejandra Catán, quienes están acusadas de mal desempeño en la tramitación de los expedientes por la tutela y el cuidado personal del niño Lucio Dupuy, fallecido el 26 de noviembre de 2021.

Coronel se refirió a los dos legajos que se analizan en las audiencias y, en su declaración, destacó el trabajo de ambas acusadas. Además, se refirió al modo en que trabajan en el Juzgado de Familia, lo que motivó la reacción de la asesora Catán hacia las diputadas Silvia Larreta y Andrea Valderrama, que integran el Tribunal junto al presidente del STJ, Fabricio Losi.

En su testimonio, Fernanda Coronel calificó a la jueza Pérez Ballester como "proba, honesta, estudiosa y sumamente cuidadosa. Y además tiene empatía con la gente. Es un placer trabajar en ese juzgado".

¿Advirtió algún incumplimiento de Catán en alguna causa o alguna vulneración de derechos de los niños?, le consultaron en la audiencia. "Nunca. Al contrario, Elisa tiene empatía con los niños, es parte de su personalidad. Tiene una excelente llegada y es una persona muy preparada". Y manifestó que la forma de trabajar después del caso Lucio "no sé modificó nada".

La testigo advirtió que el fuero puede "eclosionar" por la cantidad de causas que se tramitan y por la falta de recursos. 

Ante ello, la asesora Catán reaccionó. "Gracias por decir la verdad sobre lo que padecemos en familia. Ustedes legisladoras presten atención. En familia estamos abandonados", expresó la acusada en referencia a las dos legisladoras que integran el Tribunal.

Al comienzo de su declaración, la testigo aseguró que la frase de que Lucio "no quería ver a su madre" le fue dicha por la tía del menor, Noemí Hidalgo, y no por el niño. 

"Yo le pregunté (a Hidalgo) si no quería que su esposo también participara de la guarda o la tutela y ella me dijo que no porque estaba muy ocupado con su trabajo y no podía concurrir (a la Justicia) para que se le otorgara el poder", contó Coronel. Y recordó que el trámite por la tutela comenzó que "el nene iba a ir a la guardería y allí le exigían alguna figura legal (guarda o tutela). Estuve de acuerdo con la tutela porque no había riesgo para el niño", añadió.

La defensora aclaró que Hidalgo no habló sobre problema de adicciones que tuviera la madre de Lucio. "Ni con el alcohol ni con las drogas; lo que me dijo es que Lucio necesitaba una estabilidad habitacional".

¿La madre había dejado a Lucio en situación de abandono?, le consultaron a Coronel "No, aunque sí de desorden en cuanto al día al día porque hoy almorzaba con el abuelo, al otro día con los tíos."

Sobre el pedido de informes en este tipo de casos, la defensora sostuvo que "no se hacen nunca. Cuando en una homologación hay situaciones de violencia, abuso o peligro, no firmamos un cuidado personal". 

Y detalló que "nunca, en mis diez años en la función judicial, se escuchó a un niño de esa edad (Lucio en la tramitación de la tutela tenía dos años). Para mi, sería victimizarlo. Cuando tienen menos de cinco se angustian, lloran y piden por la madre".

Respecto a la situación del padre, la funcionaria judicial explicó que "no se citó al padre porque (la tutela) fue un proceso voluntario y sin controversias. Lo único que había que demostrar era si la tía era idónea para el ejercicio de sus funciones".

Coronel señaló que le sugirió a Hidalgo que no acordara el cuidado personal "porque ya habían comenzado los conflictos con la mamá" y porque habitualmente es raro cuando se lo otorga a uno solo de los progenitores.