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EL DIARIO digital
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Le achacan a la jueza una "errónea valoración de la prueba", mientras que la una periodista que conoce los detalles del caso, tras analizar las 54 páginas del fallo, fue un poco más allá y consideró en el mismo faltaron "perspectiva de género e imparcialidad".
La fiscal Andreina Montes y el defensor oficial que actuó como querellante, Guillermo Costantino, ya presentaron las apelaciones ante el Tribunal de Impugnación Penal y el análisis de los jueces de alzada generan expectativa, aunque para conocer el resultado pasarán varias semanas, ya que recién para fines del mes de septiembre se prevé la audiencia donde las partes argumentarán de manera oral ante los magistrados del TIP los planteos que ya formularon por escrito.
Montes y Costantino entienden que la jueza Gianinetto hizo una "errónea valoración de la prueba" presentada en el debate donde se juzgó al cura Padilla por supuestos abusos sexuales contra un joven seminarista de 19 años en un convento de Intendente Alvear.
Al mismo tiempo, quien analizó el fallo y sentó su opinión al respecto es la periodista Claudia Giacobe, quien se pude decir es una de las personas que más conoce el caso de cerca, ya que durante meses mantuvo entrevistas con la víctima para escribir el libro "La Verdad los hará libres". "Podría sintetizar mi análisis en dos puntos: falta de perspectiva de género (que la lleva a una errónea valoración de las pruebas) y falta de imparcialidad", afirmó la periodista piquense.
Cabe recordar que la jueza Gianinetto a la hora de absolver a Padilla atacó el "deficitario cuadro probatorio aportado por las acusaciones", mientras que se centró en "contradicciones e inconsistencias" en el relato de la víctima y valoró la pericia presentada por la defensa del cura por sobre la del perito oficial.
Regreso
Uno de los argumentos que utilizó la jueza para dudar de la violación fue que la víctima pidió volver al convento. En esa línea, Giacobe recordó que es habitual que las víctimas de violaciones "pueden buscar sostener la relación, es propio de quienes están en una situación de vulnerabilidad bajo el poder de un manipulador. Si no, recordemos a Carla Figueroa: denunció a Tomaselli por violación y fue condenado por ello, sin embargo, volvió a estar junto a él e incluso se casó. El resultado: asesinada de once puñaladas".
Aseguró al respecto que "con perspectiva de género y conocimiento, ese hecho bien podría analizarse como propio de quien está bajo la dominación de un manipulador sexual".
Giacobe recordó también que "la jueza hace hincapié en la conflictividad de Vicente como un punto a favor del cura Padilla y en contra de la veracidad de la denuncia. Sin embargo, esos mismos actos Vicente lo ha expresado como una forma, en su momento inconsciente, de rebelarse a lo que aún no podía ni siquiera discernir como una violación".
Y remarcó luego "que las declaraciones de Vicente tengan inconsistencias en fechas o lugares, pero se mantengan en su esencia, es propio de alguien que sufrió un fuerte trauma como es una violación. Sin embargo, para la jueza Gianinetto es un argumento para dudar de la denuncia".
Testigos
Por otra parte, la periodista puso el foco en la valoración de testigos y se animó en ese sentido a cuestionar la imparcialidad de la jueza. Señaló al respecto que Gianinetto "pondera de una manera muy positiva el testimonio de cuatro frailes de la fraternidad de Belén. En una comunidad que tiene visos de secta, ¿se podría esperar algún testimonio que no sea favorable al cura Padilla? No encuentro el valor que Gianinetto le da a esos testimonios".
Sumó al análisis "otro testimonio evaluado como 'de suma importancia' es el de Martín Buteler, que vivió en el convento 3 años antes de que ingresara Vicente. Su familia consiguió a la perito psicóloga de parte".
Y agrega "Gianinetto defenestra los testimonios de Mariana García y su esposo Eduardo Sánchez, porque 'ni siquiera conocieron a V.S.W. cuando estuvo en el convento', pero valora de suma importancia el de Martín Buteler que tampoco lo conoció. ¿Eso es imparcial? Incluso se refiere a que tienen manifiesta enemistad con Padilla, como si eso invalidara el testimonio. Claro que si los testigos tienen evidente amistad (como Buteler) y obediencia y veneración (como el caso de los 4 frailes) no incide en la validación de los dichos. ¿Eso es imparcial?".
Pericias
Por último, Giacobe se centró en las pericias psicológicas, uno de los pilares del fallo de Gianinetto. La jueza puso énfasis en "cuestionar el método utilizado por el perito oficial Lic. Claudio Bugnone, que concluyó en que el relato de Vicente es fiable y que no se hallaron 'indicios de motivación espuria o falsa'. Bugnone es perito oficial de la Justicia, pero la jueza desestima su trabajo porque utilizó el Sistema de Evaluación Global y desestimó el test de Roscharch por ser de interpretación subjetiva".
Y remarca como contracara que "Mónica Pastorini, la perito presentada por la defensa de Padilla y contactada por el testigo 'neutral' (según la jueza), Martín Buteler, es una psicóloga que de define católica practicante y se presentó ante Vicente con una gran medalla de un santo en su escote. Sin embargo, no fue objetado por la jueza. Aplicó el test de Rorschach y llegó a una conclusión de que 'no hay dato alguno que haga suponer la existencia de abuso sexual'. En el resto del informe coincidió bastante con el perito oficial".