La Pampa

Verna juega al misterio y mantiene en vilo al PJ

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Daniel Lovera ya se anotó como opción a la reelección si el exgobernador no se postula. El acuerdo partidario original garantiza un espacio legislativo nacional para Convergencia.

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EL DIARIO digital

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A su juego lo llamaron y Carlos Verna no va a defraudar: si se trata de ponerle un poco de misterio al escenario político es como mandado a ser. Se hizo la fama de inescrutable y ahora no hay nada que lo detenga en ese camino.

Ahora el PJ pampeano es el que está en vilo y ansioso, envuelto en un mar de especulaciones esperando a que el líder más mentado deshoje la margarita y resuelva de una vez si es o no candidato a senador en las legislativas de este año.

Pero Verna no suelta prenda. Se hace rogar, se hace desear. Y sobre todo se hace valer: su postulación tiene cada día dimensiones más importantes y vitales.

No es ningún secreto que es el candidato que mejor mide y que además tiene vuelo propio no solo en la provincia sino como para pisar fuerte en las grandes ligas del Senado: es respetado y reconocido por esa “crema” de la política también en el territorio poreño.

Si dijera que sí, no habrá problemas para el PJ, que se imagina victorioso en La Pampa casi que con la fusta bajo el brazo: a esta altura todas las líneas estarían gustosas de que Verna fuera al frente de la boleta. Su sola participación atará los cabos sueltos que puede haber en la interna: en principio, el acuerdo partidario garantiza espacios legislativos para la Plural, el kirchnerismo, Convergencia y Compromiso Peronista.

Pero si decidiera dar un “no” pondría en serias complicaciones al peronismo pampeano, en un contexto en el que a nivel nacional también hay una bajada de línea para fomentar la unidad y jugar a fondo.

El diputado Roberto Robledo apareció en las últimas horas aprovechando ese vacío. Y advirtió que si Verna no es candidato pueden moverse las arenas que hoy parecen quietas y surgir intereses sectoriales y personales que de otro modo se ordenan a lo que manden desde arriba.

Todo indica que las candidaturas naturales son las de Verna y Luchy Alonso (la preferida de Cristina Fernández de Kirchner) para el Senado y Ariel Rauschenberger para la reelección en el Congreso Nacional.

La otra banca en la Cámara Baja -la que deja Melina Delú- es para Convergencia, según el acuerdo original: la familia Marín pretende imponer el nombre de Varinia (“Lichy”), aunque hay algunas resistencias. Norma Durango se queda sin su banca en el Senado y es improbable que acepte ese lugar. Por eso Robledo abrió la boca en público, sabiendo que su hija Liliana está bien considerada.

Todos esos dimes y diretes, que son menores y se aplacarían con el solo hecho de que Verna salte a la cancha, pueden hacerse bola de nieve en otro panorama.

Por las dudas, Daniel Lovera ya está anotado en la fila y se propuso como candidato si es que Verna no aparece.

“Nos sentaremos con el gobernador y veremos cuál es la mejor opción, si la mejor sería yo estaría dispuesto a ser candidato, y sino a trabajar en favor de quién se elija”, dijo el dirigente sindical, que en el Senado tuvo un desempeño de relativo alto perfil.

Pero es obvio que Lovera -como ningún otro dirigente- no es Verna, en las distintas dimensiones que requieren las circunstancias políticas actuales.

Quedan 24 días para el momento en que haya que presentar listas de candidatos y candidatas al Senado y a la Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación. El silencio de Verna despierta intrigas y estimula ansiedades.

No es que Verna le oculte a la prensa su definición final, sino que su juego para adentro está hecho hasta ahora de gestos ambiguos y sonrisas picarescas que impiden saber si dará el Sí. No le dice a nadie, ni a sus íntimos, cuál es el camino que seguirá. Aunque de salud se lo ve sin grandes problemas.

Verna está acostumbrado a estos modos desde aquellos tiempos del Operativo Clamor, que se le hicieron costumbre. Se sabe que es de tomar decisiones particulares, como cuando bajó repentinamente su candidatura a la reelección en 2011 porque desconfiaba de las relaciones que pudiera tener con Cristina Presidenta.

Lovera, en su aparición en CPETV dijo: “Hicimos distintas reuniones, estamos a disposición de lo que pretendan el gobernador y las líneas del justicialismo. Siempre el mejor candidato va a ser el ingeniero Carlos Verna”. Y cerró con un lapsus: “Estamos a expensas de que el exgobernador y actual senador (sic) pueda ser el candidato”.

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