Macabro hallazgo en Santa Rosa

Para los vecinos de las inmediaciones de las calles Provincialista, Forchieri y Guevera, en el barrio Aeropuerto de esta ciudad, la noche del 30 de diciembre pasado fue literalmente de terror.

Luego de sentir un "olor nauseabundo" durante casi una semana de una vivienda, volvieron a llamar a la policía por el caso de una mujer "abandonada" y con "problemas psiquiátricos" que ya había sido motivo de búsqueda hacía pocos días atrás.

Cuando una patrulla de la Seccional Segunda llegó al lugar se encontró con el peor escenario, caótico y macabro: Ana Inés de Marotte, de 67 años de edad, estaba muerta y parte de su cuerpo -el rostro y los brazos- comidos por los cinco animales con los que convivía, entre ellos un perro Pitbull.

Marotte ya había sido buscada por la policía, luego de que desapareciera del barrio durante la segunda semana de diciembre. Luego de una publicación realizada por El Diario fue encontrada en el Sanatorio Santa Rosa: ese mismo día, se dio el alta ella misma y se fue del lugar.

"Hemos llamado a todos lados y no sabemos qué hacer... supuestamente nadie puede hacer nada hasta que no llegue su hija, que no está en la provincia. Y como el caso está judicializado, la policía custodia el lugar, pero nadie puede entrar, los cinco perros y el gato de la casa están abandonados, han generado un caos y el olor es otra vez insoportable", graficaron los vecinos y vecinas que se comunicaron este viernes con El Diario.

"La Municipalidad no nos da respuesta y en la policía nos han dicho que llamemos a los medios de comunicación... que quizás es la única manera que alguien se ocupe. Ya no podemos seguir así, y con estos calores la situación se ha agravado aún más", completaron.

Desaparición previa

Ana Inés de Marotte ya había sido buscada por la policía el pasado mes de diciembre. Fue encontrada una semana después, el día 16, internada en el Sanatorio Santa Rosa.

De acuerdo a lo que trascendió, la policía allanó la casa -ubicado sobre la calle Provincialista- luego de una denuncia de sus vecinos por un "olor insoportable".

"En el interior solo había cuatro perros y otros cuatro afuera... ocho en total, el olor era de las heces de los animales. Además, las aberturas estaban sin llave ni seguro puesto", confió una fuente policial en aquella ocasión. El caso estuvo en manos de la fiscala Cecilia Martiní.

De Marotte no tenía familiares en la ciudad, ni tampoco un contacto asiduo con sus vecinos. Sabían que tenía un celular, pero desconocían el número. "La única familia que tiene es una hija en Catriel, pero no se ven desde hace 9 años... no quiere saber nada, ni siquiera pudo aportar una fotografía", indicó la misma fuente.

La única fotografía con la que contaba la policía -y que difundió- era de hace varios años, de mala calidad, y fue encontrada en el sistema judicial por Criminalística.

La policía había recorrido los centros de salud públicos y privados, e incluso el Registro Civil y hasta el sistema nacional vinculado a las personas. También preguntó en Adultos Mayores del municipio y de organismos provinciales de la tercera edad. Pero no surgieron datos de la mujer.

Luego de una serie de averiguaciones, los investigadores pudieron determinar que la mujer había pedido un taxi de la Terminal de Ómnibus el pasado 8 de diciembre, a las 17:30 horas, y se bajó en la calle Villegas casi Don Bosco, en el centro santarroseño.

Finalmente, la policía determinó -alrededor de las 11:00 horas del viernes 16- que la mujer estaba internada en el Sanatorio, que sufre de Alzheimer y que "se dio de alta sola" y se fue por sus propios medios del centro asistencial.