Adrián Ravier: "La Pampa necesita menos impuestos y más diálogo"
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
Martínez Quarta, Rivero y Acuña están al límite de amarillas y podrían perderse el duelo con Boca. El DT evalúa si preservarlos ante Gimnasia o jugar con todo.
La cuenta regresiva hacia el Superclásico encontró a River en una encrucijada. Con la presión de asegurar su clasificación a la Copa Libertadores 2026 y sin margen de error tras la eliminación en la Copa Argentina, Marcelo Gallardo analiza qué hacer con tres piezas claves de su defensa: Lucas Martínez Quarta, Lautaro Rivero y Marcos Acuña, todos al borde de la quinta amarilla.
Los tres conforman junto a Gonzalo Montiel la base de una línea defensiva que, pese a un año irregular, logró darle al equipo la solidez necesaria para mantenerse en carrera. Sin embargo, una amonestación ante Gimnasia dejaría a cualquiera de ellos afuera del cruce ante Boca Juniors en La Bombonera, un partido decisivo en el cierre del Clausura.
Gallardo todavía no definió si los arriesgará o si optará por rotar. En la defensa, Paulo Díaz aparece como el reemplazante natural para Martínez Quarta o Rivero, mientras que el lateral izquierdo es el punto más sensible: el DT sabe que Acuña no tiene sustituto natural, ante el flojo presente de Milton Casco y la escasez de variantes por ese sector.
Si las suspensiones se concretan, el cuerpo técnico evalúa alternativas como Boselli, el propio Díaz o incluso retrasar a Juan Carlos Portillo, quien ya respondió con solvencia como marcador central.
Con tres fechas por delante, River no puede fallar. Gallardo busca equilibrio entre cuidar a sus titulares y no resignar puntos ante Gimnasia, con un ojo puesto en el objetivo inmediato y el otro en el clásico que puede marcar el rumbo del cierre de temporada.
