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EL DIARIO digital
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Después de más de dos años separados, Noa Argamani y Avinatan Or volvieron a abrazarse tras haber sido secuestrados por Hamas durante el ataque del 7 de octubre de 2023. La imagen de su reencuentro se volvió símbolo de esperanza y resisten
Avinatan Or fue uno de los 20 rehenes liberados este lunes por las fuerzas de Hamas, luego de permanecer más de dos años cautivo. Él y su novia, Noa Argamani, fueron secuestrados durante el Festival de Música Nova, en el sur de Israel, escenario del brutal ataque del 7 de octubre de 2023.
La imagen de Noa, gritando desesperada mientras era llevada a Gaza sobre una moto, con Avinatan marchando detrás, rodeado por sus captores, se convirtió en uno de los retratos más dolorosos de aquel día.
Argamani había recuperado su libertad el 8 de junio de 2024, en el marco de una operación militar israelí en Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. Desde entonces, su principal deseo fue volver a ver a su pareja. Este lunes, ese anhelo se cumplió: Or fue liberado junto a otros 19 rehenes, y ambos pudieron reencontrarse después de 736 días separados.
Durante su cautiverio, Noa se transformó en una figura visible en la lucha por la liberación de los secuestrados. En febrero de este año, habló ante la ONU pidiendo la libertad de su novio y de los demás rehenes. Su testimonio le valió ser incluida por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo.
"El momento fue indescriptible: se abrazaron con fuerza, se besaron y luego se quedaron mirándose a los ojos, sin poder creer que realmente estaban juntos otra vez", relató The Jerusalem Post sobre la escena difundida por las Fuerzas de Defensa de Israel.
Los médicos informaron que Or había perdido cerca del 30% de su peso corporal y que pasó gran parte de su cautiverio en aislamiento. "Parecía tranquilo y retraído cuando habló con el personal militar, pero al ver a Noa gritó, repentinamente animado", añadieron.
Dos años y ocho días después de su secuestro, la pareja volvió a abrazarse. Para miles de israelíes, esa imagen representa mucho más que un reencuentro: es un símbolo de supervivencia, amor y esperanza en medio de la tragedia.