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EL DIARIO digital
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La ciencia descarta que afecten la fertilidad, pero sí existen riesgos en ciertos casos. Qué dicen los especialistas sobre su uso prolongado.
Los anticonceptivos hormonales son parte de la vida cotidiana de millones de mujeres en todo el mundo. Píldoras, parches, anillos, implantes y DIU no solo previenen embarazos: también alivian menstruaciones dolorosas, reducen síntomas del síndrome de ovario poliquístico y mejoran el acné hormonal.
Sin embargo, persisten dudas: ¿afectan la fertilidad? ¿Conviene hacer descansos? ¿Las hormonas se acumulan en el cuerpo?
La ginecóloga Ryalynn Carter, del NewYork-Presbyterian y Columbia, es tajante: "No hay ninguna razón médica para dejar de usarlos si no hay efectos secundarios significativos. Son muy seguros". La evidencia lo respalda: no dañan la fertilidad futura y, al suspenderlos, el ciclo se normaliza entre tres y seis meses en la mayoría de los casos, salvo la inyección Depo-Provera que puede demorar hasta 18 meses.
Además, aportan beneficios extra: reducen cólicos menstruales, sangrados abundantes y hasta bajan el riesgo de cáncer de ovario y endometrio. Eso sí, no están recomendados para personas con migrañas con aura, antecedentes de trombosis, hipertensión no controlada o mujeres fumadoras mayores de 35 años, donde el riesgo de complicaciones aumenta.
Los mitos más frecuentes también caen: las hormonas no se acumulan se eliminan en 24 horas y dejar el método no es dañino, aunque pueden reaparecer los síntomas que ayudaban a controlar.
La clave, coinciden los especialistas, no está en "descansar" de los anticonceptivos, sino en un seguimiento médico regular y en elegir el método más adecuado según cada etapa de la vida.