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EL DIARIO digital
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Caminar, nadar o andar en bicicleta ayudan, pero los estudios muestran que los ejercicios isométricos, como la plancha o las sentadillas contra la pared, son los más eficaces para controlar la hipertensión.
La hipertensión arterial es una de las enfermedades más comunes y silenciosas: afecta a todo el sistema de vasos sanguíneos y se produce cuando la fuerza de la sangre sobre las arterias supera los 140/90 milímetros de mercurio (mmHg) de forma sostenida.
La única manera de detectarla es mediante controles regulares, ya que muchas personas conviven con presión alta sin saberlo. Si no se trata a tiempo, puede derivar en enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal o problemas de visión.
El rol de la actividad física
Además de la medicación que indique un médico, los cambios en el estilo de vida son fundamentales. Y entre ellos, el ejercicio ocupa un lugar central. Mantenerse activo reduce la presión arterial, mejora la salud cardiovascular y previene complicaciones.
Un estudio del British Journal of Sports Medicine comparó distintos entrenamientos y concluyó que los ejercicios aeróbicos como correr, nadar o andar en bicicleta son beneficiosos, pero los ejercicios isométricos resultan aún más efectivos para bajar la presión.
Este tipo de ejercicio consiste en tensión muscular sin movimiento, y puede hacerse fácilmente en casa:
- Sentadillas contra la pared
- Plancha o abdominales estáticos
- Zancadas
- Elevaciones de cadera
Son rutinas que no requieren equipamiento, ayudan a prevenir lesiones, mejoran la resistencia muscular, la densidad ósea y la postura.
Control y prevención
La hipertensión no siempre presenta síntomas, aunque en casos graves puede causar dolor de cabeza intenso, visión borrosa, náuseas o sangrado nasal. Por eso, es clave medirse la presión periódicamente, ya sea en un centro de salud, en la farmacia o con un tensiómetro en casa.
La combinación de chequeos médicos, vida activa y una alimentación saludable es la mejor estrategia para mantener la presión arterial bajo control y reducir riesgos a largo plazo.