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EL DIARIO digital
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El ex ministro de Kicillof y la diputada Agustina Propato abusan de los tickets de avión que entrega el Congreso. La insólita explicación de la oficina de Transparencia en Diputados.
Por Gonzalo Abascal - Clarín
La maniobra -con características de "estafa", vamos a llamar a las cosas por su nombre- la llevan adelante Agustina Propato, diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, y su marido, Sergio Berni, senador provincial y ex ministro de Seguridad de Kicillof.
La contó la periodista Josefina López Mackenzie en Clarín, y consiste en el uso abusivo de los pasajes gratuitos que recibe Propato como diputada, y que utilizan Berni, parientes y amigos para viajar a Bariloche, donde el ex ministro y su mujer tienen una casa valuada en un millón de dólares y, por lo menos, tres departamentos.
Los números son elocuentes: este año Berni ya utilizó al menos 29 pasajes aéreos oficiales; 28 de ellos a Bariloche y uno al Calafate.
Propato recurrió a 22 tickets de Aerolíneas Argentinas para volar a Bariloche con su hijo menor de edad.
En lo que va de 2025, la diputada solicitó al menos 60 tramos aéreos gratuitos, casi todos a Bariloche, que distribuyó a familiares, entre ellos su cuñada, y hasta a su empleada doméstica.
Se repite: Propato es diputada en representación de la provincia de Buenos Aires, y Berni es senador bonaerense, ambos por el kirchnerismo, por lo cual es lógico asumir que no son los intereses provinciales los que los demandan de modo constante en la ciudad rionegrina.
Más bien los negocios particulares y el placer.
Si la cantidad es dato suficiente, las explicaciones del ex ministro y de la titular de la oficina de Transparencia de la Cámara de Diputados evidencian lo más preocupante: la convicción de impunidad de Berni y Propato, y la cobertura que les ofrece el cuerpo parlamentario.
Lejos de una respuesta que mínimamente lo justifique, el hombre de confianza de Cristina Kirchner desafía: "Soy el principal asesor de Agustina (su mujer), y vivo prácticamente en Bariloche. Voy y vengo cada vez que me necesitan". Y agrega: "Los pasajes son parte de lo que recibe un diputado, que se los da a quien quiere. Es tu sueldo y vos lo gastás como querés. ¿Hay algo ilegal en esto? Absolutamente nada".
La apelación a la legalidad/ilegalidad es clave. Para Berni no importa que sea completamente abusivo y por lo tanto contrario a una mínima ética de funcionario público, y que vaya contra el espíritu de la norma (los pasajes son para facilitar las gestiones de los diputados del interior).
Para el final deja la definición más extravagante: "Y Agustina muchas veces necesita escribir, y va para Bariloche también". Tal vez con una vocación poética que por ahora no se advirtió en el Congreso, la diputada de Zárate parece necesitar inspirarse en los inigualables paisajes patagónicos para ejercer como legisladora bonaerense. Una burla.
La burla encuentra su condición de posibilidad en la explicación ofrecida por Lorena Franco, titular de la Oficina de Transparencia de la Cámara de Diputados: "Dicha modalidad (la de los pasajes innominados) refiere a un mecanismo que no requiere la identificación previa del beneficiario al momento de su asignación. Esta práctica se encuentra asociada a una funcionalidad dinámica y no permanente, razón por la cual, se autoriza al legislador en virtud de su función representativa y la normativa vigente. Por lo tanto, constituye una herramienta contemplada dentro del régimen de movilidad parlamentaria", respondió a la pregunta de Clarín.
Una ensalada incomprensible de palabras que sólo intenta esconder lo evidente: un privilegio injustificado. Pero aquí los responsables ya no son Propato ni Berni, sino un mecanismo que los ampara. Y ya no se trata de personas, sino de un sistema.