Día de gloria para el fútbol pampeano
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EL DIARIO digital
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Los Juegos que debieron organizarse en tres meses, finalmente llegaron a su cierre. Con el mismo propósito que hace 32 años: fomentar la competencia entre las regiones de Chile y Argentina, tender puentes, dejar atrás un conflicto y fortalecer la amistad al calor de la cordillera. Un espíritu binacional que aún hoy se defiende, se trabaja y se siente, de un lado y del otro.
"Estoy hace más de quince años en esto. Les he tomado cariño a estos Juegos. Por eso quiero defenderlos", contó un delegado de Bío Bío, reflejando un sentimiento repetido entre chilenos y argentinos. Ese afecto explica también la decisión política de avanzar, aun en medio de una crisis nacional y con incertidumbre en las estructuras deportivas. "Los Juegos se iban a perder. Corríamos ese riesgo. Nuestro gobernador, Sergio Ziliotto, dijo que eso no podía pasar y que teníamos que hacerlos. Un trabajo que lleva más de un año, lo hicimos en tres meses", señaló el subsecretario Ceferino Almudévar, en referencia a la baja de Tierra del Fuego.
La preparación cambió, el clima cambió, los ánimos también. Pero cuando la pelota vuela o el disparo de largada marca los 100 metros, todo se olvida. Y el fuego del pebetero –como un Hefesto contemporáneo– se enciende y vigila. Tierra del Fuego, ausente pero omnipresente.
La línea delgada
En el plano deportivo, donde las largadas y llegadas definen ganadores y perdedores, Río Negro se quedó con el título por equipos por apenas ocho puntos sobre La Pampa, que buscaba coronar la tarea titánica de organizar los JDA en tiempo récord.
El campeón, que lo celebró como un gol al ángulo en el minuto final, totalizó 218 puntos, apoyado especialmente en básquet (ambas finales), ciclismo y natación masculina.
La Pampa sumó 210 puntos, con un rendimiento histórico al ganar cinco finales: judo por equipos masculino, y fútbol y vóley en las ramas femenina y masculina.
Faltó poco y nada, ya que con un par de podios hubiese llegado al tan ansiado título. Enorme producción, de todos modos, de una provincia que en este tipo de competencias siempre ha dado la cara.
El resto de la tabla quedó así: Los Lagos 174 puntos y tercer lugar en el podio general. Luego, Chubut 162, Bío Bío 161, Neuquén 141, Araucanía 126, Los Ríos 120, Santa Cruz 114, Tierra del Fuego 83, Magallanes 79, Ñuble 78 y Aysén 54.
En la ceremonia final, en el club Estudiantes, el presidente del Comité Ejecutivo, Mauro Salinas Egli, habló de unos "juegos maravillosos".
Luego, Ceferino Almudévar entregó la bandera al delegado de Los Ríos, sede en 2026. Ahí, una vez más, Chile y Argentina volverán a encontrarse para hacerse amigos a través del deporte.
