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EL DIARIO digital
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Una jornada que debía coronar al campeón del Torneo Clausura de la Liga Pampeana terminó manchada por un episodio de violencia generalizada. El partido disputado en General Pico entre Sportivo Independiente y Ferro de Realicó culminó en una batalla campal, con intervención de jugadores, cuerpos técnicos y público. El árbitro del encuentro, Emilio Rigal, brindó un crudo testimonio de lo sucedido en InfoPico Radio 99.9, al calificar la situación como "horrible" y describir escenas de extrema gravedad.
Rigal explicó que el conflicto se desató en tiempo de descuento, luego del gol de Ferro que cambió el destino del torneo. "En el minuto 96, Ferro hace un gol. Se reanuda el juego y uno de los asistentes me comunica que atrás mío se estaban queriendo medir para pegarse dos jugadores, el 10 de Independiente y el 9 de Ferro", relató. "Cuando me doy vuelta para verlos, ya los del banco se empezaron a parar y ahí se desmadra todo", agregó.
La extensión del partido también fue objeto de discusión. Según el árbitro, los diez minutos adicionados respondieron a interrupciones justificadas: "Hubo varias ventanas de cambios y todas las veces que tuve que pedir atención para distintos jugadores de Ferro". El tanto de Ferro no solo selló el empate, sino que le quitó a Independiente la posibilidad de ser campeón, favoreciendo a Alvear FBC.
El informe arbitral, de inusual volumen, expone la dimensión del escándalo. "Entre todos los informados, porque hay jugadores, están los del cuerpo técnico de los dos equipos y camilleros, no me acuerdo bien si hay 24 o 25 personas", señaló Rigal, visiblemente impactado. "Es una locura", resumió.
Las imágenes que circularon en redes sociales mostraron el nivel de violencia desatado tras el pitazo final. Rigal describió lo que vio desde el campo: "Cuando ya se logró separar a todos, veíamos para el lado de Ferro gente con sangre, veíamos para el lado de Independiente. El técnico de Independiente se me acerca y lo veo con sangre en la nariz, en la boca. Era horrible la situación".
Uno de los hechos más graves se produjo cuando un asistente del cuerpo técnico de Ferro, Carlos Bertone, expulsado en el primer tiempo, volvió a ingresar al campo durante los disturbios y debió ser reanimado con maniobras de RCP. "Más allá de que la persona estaba en el piso, todos los integrantes, tanto del club Ferro como del club Independiente, seguían agrediéndose alrededor de la persona que estaba tirada", lamentó el juez.
Rigal aclaró que ni él ni sus colaboradores fueron agredidos. "Los dirigentes de Independiente se acercaron a pedir disculpas, pero nosotros no teníamos nada que ver. Si miran los videos, la policía cumple el rol de resguardar nuestra integridad, pero en ningún momento intentan agredirnos a nosotros, era entre ellos", contó.
El árbitro también confirmó que hubo ingreso de público al campo de juego. "Algunos ingresaron a separar y algunos ingresaron a agredir", indicó. Ahora será el turno del Tribunal de Disciplina de la Liga Pampeana, que deberá analizar el voluminoso informe y establecer las sanciones correspondientes.