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EL DIARIO digital
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En una jornada calurosa en el MetLife Stadium de Nueva Jersey, el París Saint-Germain mostró toda su jerarquía y dejó sin respuestas al Real Madrid, al que superó con claridad por 4 a 0 en la segunda semifinal del Mundial de Clubes. Con una actuación colectiva impecable, los dirigidos por Luis Enrique accedieron a la gran final, donde enfrentarán al Chelsea, vencedor en la otra llave ante el Fluminense.
Desde el inicio, el conjunto francés impuso condiciones. Antes de los diez minutos ya ganaba 2 a 0, aprovechando errores defensivos del equipo madrileño y capitalizando el buen pie de Vitinha, la potencia de Dembélé y la precisión de Fabián Ruiz. Las fallas de Raúl Asencio y Antonio Rüdiger fueron decisivas para que el PSG tomara una ventaja rápida y contundente. A pesar de las intervenciones salvadoras de Thibaut Courtois, el arco del Merengue fue vulnerado con eficacia.
La ofensiva del Real Madrid, que intentó inquietar con el desequilibrio de Mbappé y la velocidad de Vinicius, no encontró respuestas ante un rival más compacto y con mejores asociaciones ofensivas. En ese contexto, la sociedad HakimiDembéléRuiz armó una jugada perfecta para concretar el tercer gol, que prácticamente definió el encuentro antes del entretiempo.
Ya en el complemento, y sin modificaciones en el once inicial, el Real Madrid siguió sin encontrar su juego. Un gol anulado por posición adelantada a Désiré Doué fue apenas un aviso del dominio que ejercía el PSG, que luego cerró la goleada con una definición de Gonçalo Ramos, en una jugada colectiva que evidenció la diferencia entre ambos equipos.
En los minutos finales, Xabi Alonso realizó algunos cambios para que futbolistas como Luka Modric, Carvajal y Militão recibieran el reconocimiento del público. Pero el encuentro ya estaba resuelto y el PSG administró con comodidad el cierre del partido.