"Soy transparente: es penal abajo y arriba"

Pasan las horas y las sensaciones son encontradas. Hay un campeón provincial centenario, Estudiantil de Eduardo Castex; y un subcampeón provincial centenario, All Boys de Santa Rosa. Y uno que es el blanco de las miradas, que es el colegiado del partido más importante del año: Martín Gubar.

"Soy transparente: es penal abajo y arriba" contó el árbitro, el día después del encuentro en la avenida Spinetto. "No era la manera de terminar, faltaba la entrega de premios, pero tuvimos que salir escoltados".

Gubar habló 24 horas después del encuentro decisivo en 980 Máster Deportivo, en Radio Pampeana. Y dejó una serie de consideraciones. 

"Quiero dejar claro que siempre actué de la mejor manera, el que me conoce sabe como actúo. A mí la jugada no me genera polémica desde el punto de vista de lo que cobré" dijo.

"En el viaje de regreso, veníamos charlando en el auto. Tengo la conciencia tranquila. Siempre actúo de la mejor manera, estoy cerca de la jugada. Tuvimos que salir custodiados por la policía hasta el avión. Nos llevó el Grupo Especial. Uno esperaba que se entregaran los premios, pero todo terminó como nadie quería. Nunca vamos a dejar conformes a nadie".

"Siempre estuve tranquilo. Marcos (Díaz), mi asistente, me preguntó dónde había visto la falta, y le dije 'abajo y arriba'. Cuando vi los videos, mejor, más claro me quedó la decisión que tomé. Estoy encima de la jugada" confesó con total seguridad. 

Quedaba un minuto para el final del juego y el ingresado Alan Caser eludió por izquierda a Benjamín Portillo, ingresó en el área y esquivó a Juan Cardonatto, antes de terminar en el piso. "Cuando Alan hace el primer enganche, después se mete en el área y Cardonatto le pisa el talón y después lo empuja. Por eso sancioné penal. Cardonatto se puso al costado y le dije: 'Vos sabés lo que hiciste, no me tires la gente en contra. Vos te vas a tener que hacer cargo de lo que hiciste, porque vos sabés cómo fue'" recordó el colegiado.

De inmediato habló de lo que ocurrió en la previa y de colegas que hablan a la espalda. "Me salen a pegar, del ambiente me salen a pegar y yo sé quiénes son, pero quiero dejar limpio mi nombre de las cosas que se dicen. Soy transparente. Si me quieren matar, se van a tener que romper el lomo como me lo rompo yo, no matarme por matarme".

Dijo Gubar que siempre es autocrítico. Y que la única manera de progresar, es reconociendo cuando se cometen errores. "Si cometo errores, aprendo. Me puedo equivocar, porque soy humano. Se equivocan los de la Liga Profesional, que tienen pantalla, ¿no me voy a equivocar?".

Antes del partido, Gubar se reunió con los entrenadores y les fue claro. "Les dije: no sé lo que pasó en el partido de ida en cancha de Estudiantil, pero ustedes me conocen, saben cómo soy. No me caso con nadie. Si hay una jugada decisiva adentro del área, y pasa algo, voy a cobrar a morir. Es lo mismo a los 2 minutos que a los 80 o 90. Gracias que está el video… Es abajo y arriba. Arriba era más clara que abajo la infracción. Hay gente que lo vio por la tele, pero yo estaba a un metro de la jugada".

Las papas queman

Martín Gubar se golpeó el pecho y dice que el partido que le tocó jugar fue un partido que no muchos están dispuestos a hacerlo. "Cuando las papas queman, no muchos aparecen a decirlo: 'quiero jugarlo'. En el clásico de Castex se pusieron de acuerdo para que lo jugara y entre ellos hablaron de que el que pasara a la final, también iba a pedir que lo juegue yo".

Tras confesar que el día después siente "impotencia de los comentarios que hay en redes sociales y que ve la familia", indicó que hay gente con "maldad en el corazón". "Yo soy transparente, pero no todos somos iguales". 

"Si Estudiantil erraba el penal en el final, no pasaba nada. All Boys era campeón y listo. Yo soy árbitro y le pongo el pecho a las balas" aseveró.

"Fenomenal"

En el final de la charla el colegiado piquense dijo que la policía se comportó de maravilla. "Cuando les pregunté cómo íbamos a salir, la gente del Grupo Especial me dijo que me quedara tranquilo, que me iban a cuidar porque les pagaban para eso. Pusieron el escudo, tiraron un botellazo y me pegó en el brazo. Fue Brian Álvarez. Cuando llegamos al vestuario, nos habían cortado la luz y se escuchaban ruidos de todos lados".

"La actuación de la policía fue fenomenal, el encargado de la seguridad fue de lo mejor. Por cómo estaban los ánimos, pero no de toda la gente de All Boys, hubo gente que se portó muy bien, otros no. El Grupo Especial nos dio la orden de subir al camión. En un momento crítico me decían que les había robado el partido. Pero no fue así. Les dije que miraran las imágenes", finalizó.