La Margarita superó 18-17 a Sociedad Sportiva de Bahía Blanca en un partido pendiente del Preparación URS.
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EL DIARIO digital
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Esteban Szelagowsky levanta su mano y pita el final. Santa Rosa acaba de ganarle a Sociedad Sportiva de Bahía Blanca 18-17 un partido pendiente del Preparación de la Unión de Rugby del Sur. Y como cantaba el Indio, cuando llenaba estadios con sus redondos, hay un grito desconsolado en el interior que se ve, cuando todo es fiesta, como un gran pogo bendiciendo los buenos tiempos que siempre vienen. Casi como una alegoría de que el trabajo paga.
Pintan mal, las cosas pintan mal… y la mirada es retrospectiva, va a los inicios de este proceso y los unos eran más que los otros. Por mucho. Unos, como Sportiva; otros, como Santa Rosa.
La de este sábado no fue una victoria más. Tiene un sabor diferente, especial, ahora que llegaron hasta aquí, a través de tanta historia y abrazando dolores, resistiendo; Santa Rosa canta su propia canción y se posa en un escenario gigante ante el que es, en la última década, el equipo más importante de la Unión de Rugby del Sur.
En La Carrindanga, en el primer encuentro entre ambos del año, Sportiva había ganado con un penal sobre la hora de Ignacio Ficcadenti 32-31. El de este sábado, reprogramado ante la negativa de Sportiva de haber viajado a La Pampa un mes atrás, completó la serie de partidos del Preparación, el eslabón previo al Oficial de donde se ordenarán los clasificados al Regional Pampeano A y B. Y la diferencia fue la misma: 1. Pero el resultado, otro.
El desarrollo
Sportiva supo aprovechar la ventaja de empujar, además de con su pack, con el incesante viento de cola en esos primeros cuarenta minutos.
Gracias a la velocidad de sus tres cuartos, a la visión de la pareja de medios (Ficcadenti y Santos), entendió que había que ser intensos y determinados en ataque.
Así el apertura Fermín Santos rompió la defensa local y llegó al ingoal para anotar el primer try, convertido por Ficcadenti. Apenas habían pasado 3 minutos.
La posesión de la pelota era de Sportiva. Y el dominio territorial también. Por eso aumentó a 10-0 con otro penal de Ficcadenti.
Las Palomas sacaban provecho de las indisciplinas locales (6 penales en poco menos de 20 minutos) y ahogaban cualquier intento de proyección, sobre todo en el line out, otra vez un problema que de no resolverse puede hacerse crónico en el Bordó.
Pero el pack local empezó a hacerse fuerte y con un enorme esfuerzo de Peroni, Costabel, Lezano y Martínez, sembró una torre humana inquebrantable.
Sportiva poco a poco fue cediendo, víctima de sus indefiniciones y en el cierre del primer tiempo, recibió los primeros tres puntos de Fede Llanos. 10-3 y juego abierto.
En la reanudación, ya en el segundo tiempo y de manera increíble con un viento encapsulado en una enorme burbuja y desactivado casi por completo, Santa Rosa salió con la decisión que tienen esos equipos que superan barreras, sobre todo, mentales.
Ese fuera de clase que es Fede Llanos, capaz de pasar de la frustración al éxito en cuestión de segundos en el mismo partido, apoyó en la línea después de llevarse por delante todo lo que apareciera en el camino. No solo de jerarquía está hecho Llanos, hay algo más en sus genes que lo eleva a un plano distinto.
En esa atmósfera de energías renovables, el local movió y movió la pelota. Y empezó a dominar la batalla anímica cuando Facu Epinal puso quinta a fondo y fue Paloma por un rato, apoyando debajo de los palos. Try y confirmación de Llanos para pasar arriba 15-10 en apenas 5 minutos.
Sportiva nunca entregó y con ventaja por la salida transitoria por amarilla de Costabel, propuso el contacto. Y progresar en el juego corto. Por ese camino generó el try de Bermúdez, convertido por Ficcadenti: 15-17.
Otra vez el equipo bahiense arriba, con 15 minutos por jugarse. Un desgastado Fede Lezano tras su enorme aporte, pecó y dejó al equipo con 13. Sin embargo, cuando pintaba mal, de nuevo, Santa Rosa forzó el penal que a 10 minutos del final sellaría el resultado. Llanos, de frente a los palos, y adentro. 18-17.
Lo que vino después fue defensa y un suelo sembrado de millones de margaritas. Fue una multiplicación de voluntades para evitar que Sportiva amargue esta historia y la cosa vuelva a pintar mal.