"En cada canción hay un universo íntimo"

El músico y compositor pampeano Oscar García lanzó en todas las plataformas digitales "El bardo lejos", un álbum de diez canciones, la mayoría de su propia autoría junto a destacados poetas y músicos de nuestra provincia como Juan Carlos Bustriazo Ortiz, Edgar Morisoli, Lalo Molina, Eduardo Nervi, Fernando Di Giovanni, Marcelo Cordero y Damián Sánchez. Además, el disco contiene una versión de "Y no teníamos más que amor", del reconocido músico y compositor Rafael Amor.

"Este es el cuarto disco como solista que hago, que tiene algo de cambio, de lo que uno no advierte porque uno va creciendo a la par de su obra y los cambios los perciben, los notan más los demás que uno mismo", señaló Oscar en una entrevista con El Diario.

"Un Bardo Lejos" se fue gestando en plena pandemia en 2020 de forma virtual, a través de un intercambio artesanal y continuo con Obi Homer, quien además de estar a cargo de los arreglos, la dirección y la mezcla, también grabó guitarra, bajo y cuerdas.

"Yo siempre estoy componiendo, desde hace muchísimos años. Pero en este recorrido recuperé "El bardo lejos", que es un poema de Juan Carlos Bustriazo Ortiz, que me había regalado hace muchísimos años, y que yo solía canturrear como para mí. Lo tenía como un amuleto, algo que me protegía y me acompañaba, sobre todo cuando estaba lejos de casa. Pero ni siquiera lo cantaba en rueda de amigos. Y entonces se murió Juan, yo he seguido escribiendo cosas que me ha dejado y componiendo, y un día decidí intentar grabarlo para darlo a conocer. Y me gustó el arreglo de Obi, me gustó el resultado, y eso me definió el universo completo del disco. Diría que recuperar ese ''''bardo lejos", es como venir a contar algo íntimo, un viejo amor, un universo que era solo mío y que quise compartir", definió el músico.

Universo

Además de El bardo lejos, el disco contiene Cantor de milongas, Lagunita del monte, Milonga por braserío, Noche de reyes (de Oscar García y Marcelo Cordero); Balada (Lalo Molina y Ricardo Nervi), Mensaje en una botella (Oscar García y Fernando De Giovanni), Boliche de Lunaclick (Oscar García y Edgar Morisoli), Y no teníamos más que el amor (Rafael Amor) y Llueve como entonces (Damián Sánchez y Oscar García).

"Las demás obras que contiene en el disco -ocho son mías y dos son esas obras que a uno le hubiese gustado escribir y componer- completan un universo personal. Las dos obras que no son mías son ''''Balada'''', de Lalo Molina y Ricardo Nervi y la otra se llama ''''Y no teníamos más que el amor'''', que es de Rafael Amor, un amigo que se nos fue el año pasado, al que conocí en Santa Rosa y con el que nos volvimos a encontrar en Madrid, una noche; sobre esa canción le dije: ''''ese tema lo tendría que haber escrito yo, porque me gusta mucho''''. Y mira como son las cosas, que una noche, en Madrid, me la dedicó él y su hijo. Yo estaba en la primera fila y se produjo una conversación con Rafael que estaba en el escenario. él me habló de La Pampa y muy emocionado me contó que su padre había vivido en Toay y que había escrito una milonga que hablaba de los pampeanos. Y allí nomás me la canto. Para mí fue un momento imborrable, inolvidable. Lamentablemente intérprete esta canción luego que él falleció; se la mandé a su hijo Salvador y le gustó mucho. Esto te lo cuento porque en cada canción que está en el disco, hay un universo", recuerda Oscar, y añade: "Por ejemplo, hay una milonga que se llama ''''Milonga por braserío''''. La letra es de Juan Carlos y también tiene su historia: una noche en Anguil -cuando solíamos ir porque Quico Mareque, hermano de Guillermo, que era bandoneonista, tenía un bar allí- estábamos con Mareque y Bustriazo sentado en un banco y de repente cayó un hombre que nosotros no conocíamos y que era nada menos que el autor de ''''El Ciruja'''', un tango que es emblema del lunfardo en el mundo del tango. Un hombre ya grande, que había sido director de orquesta, gran músico. Esa situación está relatada en esta milonga por Juan Carlos. A los pocos días escribió este poema y me lo regaló, como hacía muchas veces. Y yo lo atesoré mucho tiempo, porque es un modo de recuperarlo a Juan Carlos, a Guillermo y a esa noche. Y de cada canción te podría contar algo así".

- Pareciera que en cada canción apareciera aquel grupo de Villa del Busto, del que salieron tantos músicos…

- Cuando nosotros comenzamos con la música con "Pelusa" Díaz y Delfor, éramos unos adolescentes. Y "El Bardino" nos apadrinó. Ensayábamos en su casa, en una habitación. Y a cada ensayo llegaba Bustriazo y Guillermo Mareque; ese era nuestro público. ¡Imagínate la exigencia! Más allá de que ellos no nos dijeran ni nos impusieran nada, no era cualquier público. Y desde allí se entabló una amistad que después se profundizó y se alargó en el tiempo. Ellos nos protegieron un poco y nos ayudaron a no cometer algunos errores; nos enseñaron a conocer nuestra gente, nuestra historia, nuestra provincia. Ellos nos dieron la base fundamental. Yo creo que de algún modo y sin que lo impusieran, nosotros seguimos llevando ese legado y ese mandato que nos ha quedado. Yo trato de ser fiel con eso. Siempre con una premisa, que para mí es fundamental y que es una frase de Neruda que dice así: "Tengo un pacto de sangre con mi pueblo, tengo un pacto de amor con la hermosura".