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EL DIARIO digital
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La privacidad de los menores en línea está en peligro constantemente. Ciberdelincuentes continuamente están ideando estrategias para engañarlos y llevarlos a que les envíen fotos privadas, para luego extorsionarlos con ese contenido.
Una investigación realizada por Bloomberg dio a conocer cómo funciona esta perturbadora tendencia, revelando los métodos de los estafadores digitales que han atacado, principalmente en Estados Unidos.
Cómo funciona la sextorsión a menores en internet
La sextorsión, como la denomina el Buró Federal de Investigaciones (FBI), es un tipo de chantaje sexual en el que los estafadores engañan a las víctimas, en su mayoría adolescentes, para que envíen fotos íntimas y luego las extorsionan con la amenaza de hacerlas públicas ante amigos y familiares.
La investigación de Bloomberg ha descubierto como bandas de estafadores, principalmente originarios de Nigeria, han perfeccionado sus tácticas para engañar a adolescentes desprevenidos.
Utilizan una estrategia de catfishing elaborada, en la que hackean las cuentas de Instagram de chicas adolescentes para establecer contacto con chicos de la misma área. Esta táctica les otorga una apariencia de legitimidad, ya que las víctimas pueden ver que comparten amigos en común.
Una vez establecido el contacto, los estafadores rápidamente vuelven la conversación hacia un tono sexual y envían fotos íntimas, falsas o robadas. Luego solicitan imágenes similares a sus víctimas, bajo la amenaza de divulgar las fotos originales si no cumplen con sus demandas.
Casos reales de sextorsión
Esta forma de chantaje ha llevado a situaciones preocupantes, incluyendo al menos 20 suicidios en un período de 18 meses, según los hallazgos de Bloomberg.
Uno de los casos más destacados es el de Jordan DeMay, un joven de 17 años y estrella de fútbol y baloncesto en la Escuela Secundaria Marquette en Michigan. DeMay cayó en la trampa de un estafador que se hacía pasar por una chica en Instagram, lo que eventualmente lo llevó a quitarse la vida en marzo de 2022.
La magnitud de esta crisis es alarmante. La investigación revela que la sextorsión es uno de los crímenes de más rápido crecimiento en Estados Unidos. En enero de 2022, el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC) recibió 100 informes sobre casos de este tipo.
Para marzo, esta cifra se había más que duplicado, y el número de informes mensuales sigue aumentando. Sin embargo, se cree que muchos casos no se denuncian debido a la vergüenza y el estigma asociados con ser víctima de este delito.
Las cifras son impactantes: el FBI ha identificado más de 12.600 víctimas, pero se cree que la cantidad real es mucho mayor. Se estima que una banda de estafadores recibió más de $2.5 millones en pagos de Bitcoin de víctimas estadounidenses, mientras que en otro caso, una víctima pagó $10.000 mensuales para evitar que se divulgaran sus fotos íntimas.
La conexión con Nigeria es innegable. En el caso de DeMay, los investigadores rastrearon la dirección IP del estafador hasta Lagos, Nigeria. Dos hermanos fueron arrestados y extraditados a Estados Unidos para enfrentar cargos relacionados con la explotación sexual de menores.
La lucha contra la sextorsión presenta desafíos significativos para las autoridades. Los estafadores están un paso adelante de la ley, compartiendo scripts y fotos, y utilizando técnicas avanzadas para eludir la detección. Además, muchos jóvenes eliminan los registros de sus conversaciones por vergüenza, lo que dificulta aún más la investigación.
Sin embargo, existen recursos disponibles para ayudar a las víctimas y prevenir futuros casos. El NCMEC (Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados) ha implementado un programa llamado Take It Down, que permite a los adolescentes controlar sus imágenes íntimas en las redes sociales. Además, defensores de la seguridad infantil han desarrollado estrategias para ayudar a los adolescentes que son blanco de estafadores.