Tecnologia

"Todos somos hackers"

El Diario dialogó con Federico Bustos Reyes, investigador, escritor, gran cuestionador del porqué de las cosas, amante de la tecnología o, simplemente, un "hacker". Repasamos desde sus inicios hasta el presente, su visión de la tecnología actual y los adelantos que nos deparará el futuro.

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EL DIARIO digital

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Cuando uno escucha la palabra "hacker", inmediatamente piensa en las películas, en lo ilegal, en aquella persona que, mediante herramientas tecnológicas, logra vulnerar sistemas informáticos en pos de obtener una venganza o una ganancia personal, que permita el orgullo o el lucro del protagonista. Nada que ver.

Federico Bustos Reyes se dice un creyente fervoroso en la libertad de la información y el acceso al conocimiento. Es programador y trabaja en el mundo de la seguridad informática. 

Ha participado en estos últimos quince años de eventos como Defcon (Las Vegas - EE.UU.), BlackHat (Las Vegas – EE.UU.), Dragonjarconf - (Bogotá - Colombia), #EkoParty - (Buenos Aires - Argentina), entre otros.

Hijo de una madre docente y un padre comerciante, nos remarca al comenzar que este camino recorrido supuso "un esfuerzo de todos los días. No es que tuve una varita mágica, sino son años de búsqueda del conocimiento. Al principio no fue fácil", aclara. 

Santa Rosa fue la ciudad que lo vio iniciarse a la edad de trece años, mostrando una singular curiosidad por ese mundo que saciaba por medio de los manuales de programas y de los incipientes sitios web que comenzaban a poblar la primera Internet.

"Yo no tenía computadora, pero cuando otros salían a jugar a la pelota, yo estaba con estas cositas", nos cuenta Federico, que aclara que lo "asombraba" el proceso de cómo se llegaba a un resultado final. Para mí era incorporar el "cómo" funcionaban las cosas", nos comenta Federico.

En sus inicios, cuando las PC eran como prototipos de lo que son ahora, Federico hace una retrospectiva de sus inicios en la tecnología: "Aun cuando pude acceder a una sala de computación (en sexto grado, años 96 y 97, en el colegio), eso no me conformaba. No llegaba a saciarme la clase de informática en ese momento", agrega. "Por eso, mi fascinación era todo lo que tenía que ver con la tecnología, y siempre en la familia fui conocido como un desarmador de cosas que me interesaba saber el porqué de su funcionamiento. Simplemente, era curioso".

"El mero hecho de saciar la curiosidad era el motivo. Fue recién cuando tenía 13 años que empecé a visitar los primeros cibers en Santa Rosa. Yo me instalaba en ellos y estaba horas entrando en Internet. Veía la Brújula, que era el buscador en ese momento, y buscaba cosas, cualquiera me llamaba la atención", señaló. "Era una locura ver videos, todo lo que sea multimedia con sonido, historias, todo un mundo de descubrimiento", afirmó.

"Ahí empecé a trabajar en una pequeña empresa de un amigo que hacía páginas de Internet en una agencia de diseño gráfico y empecé a aprender programación. Todo era como un juego, como los chicos cuando empiezan aprendiendo cosas, es decir como yo hacía de chico, ver todo esto como un divertimento, cosas que parecen no tener un fin en sí mismo, pero sí el de aprender", puntualizó.

Al terminar el secundario en la escuela Enrique Stieben en Anguil (volvía a dedo por la ruta 5), empezó el descubrimiento de la World Wide Web. Federico nos relata que "con Internet empecé a descubrir el mundo de las comunicaciones y de hecho con uno de mis primeros ahorros del trabajo me compré mi primer celular, que fue el Ericsson T18. En esa época era muy avanzado en relación a aquellos que eran como ladrillos".

Pero, también nos cuenta que "además de todo ese mundo, siempre tuve obsesión con las pequeñas cosas, especialmente con las comunicaciones. Todo en esa época era analógico y hoy en día, que tengo la oportunidad de viajar por el mundo, sigo asombrándome. Por ejemplo, compro una tarjeta postal o un sello con una estampilla y me la autoenvío. Me parece admirable cómo funciona el sistema de correos. Eso me mueve la curiosidad, básicamente sobre el cómo funcionan las cosas".

"La era espacial, en la época de la guerra fría entre la URSS y Estados Unidos, me asombraba que, desde el 2000 en adelante, China hizo todo lo que ambos países habían tardado años, más allá de todos sus avances tecnológicos se puso hacer todo rápido, rápido en el sentido de aprender, estudiar y empezar a mandar cohetes al espacio. Todas las pruebas que se hicieron en los 70, un montón de años para llegar a este momento porque ellos no la pudieron hacer porque la revolución tecnológica para ellos no había llegado hasta ese momento. Eso es increíble", analiza.

"Y por qué pasó eso, porque la mejor forma de aprender es entender cómo surgieron y en qué estaban pensando. Yo tenía y tengo ese espíritu de hacer y aprender, y me impacta ver todas esas cosas que suceden", enfatiza.

Todos somos hackers

En cuanto a su profesión, Federico sentencia: "Mi definición va un poquito más allá. Yo siempre digo que el concepto tiene varias particularidades: una es la curiosidad. De hecho, una de las personas condenadas por delitos de hackeos a sistemas, Loyd Blakenship, cuando fue condenado, hizo un manifiesto hacker que decía que su único crimen era la curiosidad. Y ahí digo ?todos somos hackers, todas las personas?. Como ejemplo, se nos quiebra la palanquita del baño del inodoro que se rompe y, sin ir a una ferretería ni conocer su secreto, le sacamos la tapa, buscamos un alambre o una soga y lo arreglamos. Ese acto, ese ingenio para poder resolver los problemas, aunque sea momentáneamente y saliéndose de todo el protocolo o los manuales para resolver esto, es un hackeo. Si no puedo hacerlo de una forma, lo resuelvo de otra en ese momento".

Complementando el concepto, nos aclara que "el hacker piensa más allá de la solución obvia o de la solución que da el manual. Para hacer eso, tenés que ser curioso y a veces ingenioso, e inclusive no es necesario aplicar el contenido de un manual, sino que básicamente lo que tengo que hacer es cambiar el patrón para poder resolverlo de una forma que así también funcione. Eso es lo que siempre hizo la cultura hacker de poder ir más allá de lo que uno puede muchos lo han definido como hacer lo que no dice el manual".

"Es un acto de Rebeldía, es expandir un poco los límites de lo que alguien nos marca y esto es como la base de la mayoría de los descubrimientos o avances tecnológicos que existen hoy", asegura y nos aclara: "No necesariamente es una perpetración a un sistema o romper algo".

"Como hackers, lo que estemos haciendo puede generar un beneficio a la humanidad. Parece exagerado, pero básicamente una cantidad de personas que lo hacen por curiosidad y amor al arte, como científicos, prueban y se obsesionan con esas cosas y así terminan teniendo creaciones increíbles, como las vacunas, los medicamentos, cosas que nos permitan alargar la vida o mejorar la calidad de vida", puntualiza.

La tecnología actual

Federico, en una de sus conferencias, vislumbra que, en un futuro, el celular va a desaparecer. "El dispositivo físico, no la forma de comunicarse", nos aclara. "El reemplazo de la tecnología es permanente. Lo que tenemos en este momento va evolucionando porque se van agregando cosas y pasa en todos los ámbitos, tanto en el ámbito de la comunicación como en el ámbito de la salud. "Me asombran muchísimo los cambios que hay. Uno de ellos es una rama del hacking, el biohacking. Esto es implantes de radiofrecuencia que van en el cuerpo. Es lo más avanzado que se hace hoy en día. Sirven para abrir cerraduras o poder medir la frecuencia cardíaca y la presión".

"Existen avances que hace la comunidad y cuando digo comunidad me refiero a todos nosotros, a vos, a las personas que buscan siempre algo más allá de lo normal y que quieren aportar cosas para poder superarnos. Yo veo como avances, en primer lugar, dotarnos de mejor calidad de vida para vivir más tiempo. Por ejemplo, hay una teoría que habla una universidad en el Centro de Investigación Ames de la NASA, que estudia lo que se llama la singularidad. El tipo que trabaja sobre esto se llama Raymond Kurzweil. Es un experto tecnólogo de sistemas y de Inteligencia Artificial. Para explicar esta teoría sencillamente, es cuando los humanos trascendemos la biología. Es preguntarnos hacia dónde quiero ir yo, quiero llegar hasta tantos años de vida porque siento que mi tiempo se termina, pero también trato de pensar cómo puedo hacer trascender mi vida. Más o menos como llevar nuestras mentes a las máquinas".

"La búsqueda de las personas siempre es la manera de durar más en el tiempo, de trascender como dicen, pero también con calidad de vida por eso son dos cuestiones porque uno envejece, pero nunca o casi nunca envejece bien", aclara. Pero también reflexiona sobre los avances: "Ciertos males, a veces, nos lo causaron los mismos avances tecnológicos, como por ejemplo la radiación emitida por las ondas celulares y o la radiactividad".

"Es controversial todo. Antes los cambios tecnológicos se daban en espacios de tiempo mucho más grandes. Entonces, nosotros podíamos ver los efectos que sucedían en 10, 20, 30 o 40 años. Hoy día pasamos de cinco tecnologías de celular en menos de 10 años y todavía no sabemos qué efecto hace la primera generación de celulares en nuestros cuerpos. Básicamente, la alteración celular del cuerpo producto de la exposición a todo, como factores ambientales, los alimentos, porque la tecnología está en todos lados".

"Nos alejamos de un mundo real para pasar a un mundo virtual y para todos es ya, ya, ya, porque toda evolución trae todas estas cosas, se dan a un ritmo tan rápido que no llegamos a asimilarlo a esa misma velocidad lo mismo pasa con el metaverso y toda esta cuestión que se viene", concluye.

Eventos y curiosidades

Federico nos cuenta cómo nace PampaSeg: "Mi curiosidad siempre fue un llamado de atención de lo que quería hacer. De chico no miraba lo que estaba haciendo, era instinto puro. Ese sentir, el explorar, el descubrir, fue la semilla para intentar dar a quienes no podían llegar a ese conocimiento, darles lo que yo de chico ansiaba conocer. Por eso, en 2009 organizo en Santa Rosa PampaSeg".

"En primer lugar, en Santa Rosa existían algunos cursos, algunos expositores venían de vez en cuando a dar charlas, era complejo además poder acceder a eso y los costos, que a veces obstaculizan el deseo de aprender", nos comenta.

"El primer PampaSeg fue en el Centro Municipal de Cultura. Fue con la idea de verme como niño o adolescente, como me hubiese gustado tener la posibilidad de escuchar a tipos y que sus charlas no sean costosas sino para todo el mundo. El poder aprender de ellos, preguntarles cosas, satisfacer la curiosidad, compartir un almuerzo y escucharlos. Esta comunidad de hackers que se formó no solo aman lo que hacen, sino que también les gusta compartir sus conocimientos".

"Cómo funcionan las cosas para aprender a usarlas correctamente y poder resolver los problemas que tienen los sistemas, sus vulnerabilidades, cómo hacer que evolucionen para hacerlos mejor y cómo realmente tienen que funcionar. Ese es el espíritu hacker. No se enseña esto para romper o para robar", aclara.

"Me gustaría que mi búsqueda pueda aportar a que muchos niños con sus inquietudes puedan tener más puertas abiertas. Después está en cada uno cómo las aprovecha. Y lo que más deseo, además de seguir hackeando la vida, es encontrarme con el niño que fui".

El futuro y sus metaversos

Con respecto a su visión del futuro, desde Internet hasta la tecnología, nos expresa que "hay una gran pelea entre Facebook, que es Meta, que plantea un metaverso totalmente inmersivo y paralelo, pero no tenés sensaciones corporales. Todavía es una tecnología "verde". El día que eso suceda, si llega a suceder, viviremos encerrados en una sillita". 

"Pero la tecnología que Apple quiere es la de realidad aumentada. Esto es una función de la realidad junto a la virtualidad. Esta tecnología me da a mí la posibilidad de manejar con mayor precaución, no perderme, darme un montón de información extra y hago una unión con lo que estaba hablando del tema del biohacking, es decir, cómo extender y potenciar las capacidades del ser humano".

"El de Meta en sí es muy incipiente. Nos obligaría a dejar de ver el mundo real para meternos de lleno en un mundo virtual, tipo Matrix. En cambio, el otro es una extensión de nuestro cuerpo que se da por ejemplo en las personas que perdieron algún miembro del cuerpo y nos ayuda. Recibimos a través de periféricos la información que necesitamos para vivir mejor".

"Son también tecnologías que plantean dilemas éticos, no solo de privacidad sino también de hasta dónde. Lo mismo pasa con el mundo de Inteligencia artificial, hasta dónde llegaremos o dónde podemos llegar", concluye.

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