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EL DIARIO digital
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Las principales compañías del sector energético en Argentina se preparan para aplicar un incremento del 5% en los precios de la nafta y el gasoil en los próximos días, probablemente durante la semana entrante. La medida responde al aumento sostenido del valor del petróleo a nivel global, impulsado por la escalada del conflicto bélico entre Israel e Irán.
El conflicto internacional ha generado una fuerte tensión en los mercados energéticos. Desde principios de junio, el barril de Brent referencia clave para la región registró una suba superior al 20%, pasando de 63 a 76 dólares, lo que ha presionado los costos de refinación en el país.
Un directivo del sector explicó al diario Clarín que la volatilidad global es alta y que los precios locales están atrasados entre un 15% y 18%, dependiendo del tipo de combustible. "Estamos viendo cómo evoluciona el mercado, pero el atraso ya es considerable", afirmó.
Otras fuentes empresariales confirmaron que la rentabilidad actual es insostenible. "No nos dan los márgenes, vamos a aplicar una suba del 5% de inmediato", expresó un ejecutivo de otra refinadora. En tanto, una tercera firma admitió que está evaluando cuidadosamente los próximos pasos, aunque dio a entender que el ajuste es inminente.
Hasta el momento, las actualizaciones mensuales de precios habían sido moderadas, e incluso se registraron bajas. Sin embargo, un referente del sector advirtió que el aumento necesario esta vez es mayor: "El incremento debería ser de al menos un 15%, algo difícil de aplicar de una sola vez, por lo que se espera una serie de ajustes más frecuentes en las próximas semanas".
Impacto en la inflación
Este nuevo ajuste en los combustibles se da en un contexto delicado para la gestión de Javier Milei, que intenta contener la inflación. Entre marzo y mayo, la baja en el precio de los combustibles (de hasta un 8%) ayudó a que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo descendiera al 1,5%, el registro más bajo desde el inicio del actual gobierno.
Sin embargo, el repunte en el precio del petróleo podría revertir esa tendencia. Según el economista Claudio Caprarulo, por cada 10% de aumento en el precio de la nafta, la inflación se incrementa en 0,42 puntos porcentuales. Así, una suba del 5% implicaría un impacto directo de 0,21 puntos.
Sebastián Menescaldi, de la consultora EcoGo, señaló que la nafta es el segundo componente con mayor peso en la canasta que mide el IPC, solo superado por la carne. Por ello, cualquier variación en su valor se refleja rápidamente en los índices de inflación oficiales.
Con este panorama, las empresas del rubro ya tienen definido un sendero de incrementos que comenzará en breve y podría extenderse durante los próximos meses, generando preocupación por su impacto en el poder adquisitivo y en la estabilidad de los precios durante la segunda mitad del año.