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Horas claves en el gobierno para definir una salida de su crisis

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El presidente tiene que tomar decisiones respecto de su gabinete: en un contexto de presiones y tensiones, tiene por un lado renuncias a su disposición y por otro reclamos de que se cambien otros nombres.

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EL DIARIO digital

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En el Gobierno nacional no entienden por qué el presidente Alberto Fernández demora la definición del gabinete luego de más de un día de enfrentamiento público con Cristina Kirchner y creen que la extensión del conflicto le puede jugar en contra.

En el sector albertista del gabinete creen que Alberto hizo bien en plantarse contra Cristina el miércoles para demostrar autoridad frente a la sociedad, pero temen que la indefinición le quite la iniciativa, según describe el portal espacializado La Polítina On Line.

En ese sentido califican como un paso en falso lo sucedido con Eduardo "Wado" de Pedro, a quien le aceptaron la renuncia al mediodía, de acuerdo a lo que filtraron desde Casa Rosada y horas después se la rechazaron, según informó oficialmente Vilma Ibarra, mano derecha del presidente.

Más que nada porque en la noche del miércoles, luego de que Alberto se plantara, le dijeron que llegaba el tiempo de actuar y de hacer cambios de gabinete para mostrar un cambio de rumbo luego de la derrota del domingo. Alberto se enojó y dijo que todavía tenía tiempo de negociar con Cristina.

En el gabinete quedaron desconcertados cuando este jueves Alberto anunció que no tiene apuro por resolver la crisis del gabinete. "Aun no he analizado ninguna renuncia, tiempo al tiempo, el que se apura se equivoca", le dijo el presidente a Página 12, enhebrando una serie de lugares comunes como si no existiera una crisis de primera magnitud que tiene en vilo a la sociedad. Además publicó un hilo de tuits en el que no agregó mucho más.

En un on con el periodista Mario Wainfeld, el presidente reveló que le molestó que Máximo Kirchner llamara a Sergio Massa en medio de la tensión. "¿Por qué no me llamó a mí?", se quejó. Además dijo que las renuncias de los ministros cristinistas le parecieron una "estudiantina". Cristina respondió con una carta en la que cargó contra el vocero presidencial y advirtió: "No voy a tolerar operaciones de prensa".

En el albertismo dicen que el cristinismo tuvo que hacer gestos de retracción en la noche del miércoles y que Alberto debería haber aprovechado el jueves para completar la jugada de emancipación o al menos de muñeca política. "Kirchner hubiera aceptado las renuncias de todos", comparan en el Gobierno para citar al referente de Alberto. En la cumbre del miércoles, cuando le sugirieron ese curso de acción, Alberto contestó: "Ustedes están locos, todavía hay margen para negociar".

En un sector del Gobierno creen que Alberto intentó convencer a los gobernadores, en particular a Sergio Uñac y Juan Manzur, de sumarse al gabinete y aún no pudo, acaso porque nadie quiere sumarse a un gobierno en llamas.

Presidencia exhibió la reunión con el sanjuanino Sergio Uñac y filtró el encuentro con Juan Manzur. Pero ninguno fue ungido como jefe de gabinete o ministro del Interior. Cristina aprovechó el titubeo para hacer pública su sugerencia de sumar a Manzur en lugar de Santiago Cafiero y empiojarle la propuesta al presidente.

En el medio de los cruces y la indefinición, la gestión sigue "normalmente", según explicaron a LPO en varios sectores del Gobierno. Salvo Wado, que tiene su despacho en la Rosada y este jueves hizo "home office", el resto de los funcionarios kirchneristas siguió trabajando como si no hubiera pasado nada.

De hecho Presidencia difundió en la noche de este jueves la agenda de ministros renunciados como Juan Cabandié y Gabriel Katodopis.

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