Transportistas se despegan de los piquetes autoconvocados

El presidente de la Cámara de Empresarios del Transporte Automotor de Cargas, Logística y Afines de la Región Pampeana, Sergio Ruppel, se despegó de los piquetes de autoconvocados que reclaman en las rutas, aunque aclaró que la escasez de gasoil es grave y reclamó respuestas por parte del gobierno nacional ante la crisis. "No es el método, es muy peligroso", dijo de los piquetes que desembocaron en una muerte en las últimas horas.

El empresario piquense -tiene una pyme de veinte choferes, junto a un hermano- dijo este miércoles que las cámaras agrupadas en la federación, que nuclean al 80% de los transportistas del país- viene reclamando desde el año pasado por la falta de insumos, que se profundizó desde febrero y desembocó en la crisis actual.

"La situación es muy difícil, no hay cupo de gasoil, se incrementaron los tiempos para cargar y hay discrecionalidad en los precios. Indudablemente, el transporte afecta a toda la economía, se empieza a trabar todo", sintetizó, en declaraciones a Radio Nacional Santa Rosa.

De todos modos, Rupper aclaró que desde las cámaras "no adherimos a los piquetes" en las rutas de los últimos días por los riesgos de seguridad que implican y porque se afecta a libertad de circulación. "Los métodos para luchar y protestar son otros", se diferenció.

El dirigente transportista lamentó la muerte de un camionero que traspasó el piquete de Daireux hace dos días. "Veníamos advirtiendo desde hace unos días que podía pasar algo, pedimos tomar precauciones a nuestros choferes. Por suerte el descontrol no es grande, pero hay puntos muy acotados donde hay conflicto y se puede desmadrar", indicó.

El piquense dijo que los autoconvocados que no pertenecen a las cámaras se pudieron manifestar estos días, pero insistió en que eso genera riesgos altos. "No creo que sea el camino, demasiado difícil está la actividad para sumar estos inconvenientes", acotó.

Rupper se despegó de los piquetes en la provincia, como el de Catriló, en el cruce de las rutas 5 y 1. "No somos nosotros, nos oponemos a parar porque la gente quiere seguir trabajando. Ahí no hay institucionalidad, pero es cierto que el problema existe", dijo. También reconoció que en los piquetes no dejan pasar a los transportistas que llevan cereales, algo que relacionó a un reclamo de tarifas atrasadas, que quedaron desactualizadas por la inflación. "Ese no es el método", insistió.

"La seguridad vial la tiene que garantizar el gobierno. No podemos intervenir. Hay que frenar este grado de violencia. Pero no podemos ir a un piquete con violentos a decir que no lo sean. En Daireaux la policía no estuvo a la altura de las circunstancias, no evitaron que corrieran a un chofer y lo maten. El estado tiene que garantizar la libertad de todos nosotros", alertó.

Sin respuestas

Por otra parte, Ruppel criticó la falta de respuestas del gobierno nacional que no atiende los pedidos de audiencia de las cámaras transportistas. "Hay un desgobierno, no hay voluntad política de recibiernos", dijo.

El empresario dijo que "en general el transporte está en las rutas" pero "esto se está complicando y va a pegar en el bolsillo de todos los ciudadanos".

"Se está deteriorando la economía, vamos a tener que trasladar los precios, estamos solicitando que se apliquen políticas económicas para garantizar lo mínimo, que es la energía para poder producir", añadió.

"No vamos a ir al lock out, vamos a seguir trabajando mientras podamos, pero se tienen que sentar todos en una mesa de negociación, nosotros, el gremio, el gobierno, con los productores de crudo. Para ver cómo se destraba esto. Tenemos un barril a 60 dólares y el internacional está a 120. ¿Quién va a poner petróleo para destilar cuando está a mitad de precio? Si no se sinceran las tarifas, no se sale adelante de esto", opinó.