La Pampa

Otra beneficiaria de "Potenciar Trabajo" denuncia a los Tomaso y al Evita

Una vecina del barrio Santa María de Las Pampas, que cobra ese programa, reveló que los referentes le pedían aportes de dinero y la obligaban -junto a otras compañeras de una "unidad productiva"- a vender otros productos y entregarles el efectivo. También que eran víctimas de malos tratos a partir de los planteos y los cuestionamientos sobre el destino de la plata.

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Además, aseguró que le informó al diputado provincial y líder del Movimiento Evita La Pampa, Leonardo Fabio "Tapera" Avendaño, de los problemas, pero que no atendió ni corrigió esos reclamos.

Carla (nombre postizo para contar esta historia, porque pidió reserva de su identidad) tiene 39 años. Vive en el barrio Santa María de La Pampa. “Me dieron la ayuda económica por un caso de violencia. Pero eso dura seis meses. Y cuando se estaba por terminar, desde Género me mandaron al Movimiento Evita. Me anotaron en un Potenciar Trabajo. Hace dos años que estoy con ellos”, contó la mujer en una entrevista con El Diario.

Primero cobraba 15 mil pesos. Y el último mes percibió 19.400 pesos. “Yo trabajo en un comedor. Atendemos unos 50 chicos del barrio y del asentamiento junto contra cuatro chicas”, dijo Carla.

“Yo quiero hablar para contar como nos tratan, nos piden plata. Pero no quiero que salga mi nombre. Todos sufren esto, pero tienen miedo de hablar, de perder el plan”, añadió.

“Cuando cobrábamos 15 mil pesos nos pedían 1.000 mil pesos. Los teníamos que dejar en la UTEP, en la Allan Kardec”, explicó en otro tramo de la entrevista.

Pero el reclamo por mensajes y chat eran continuo, una presión constante: “nos reuníamos en una oficina en la calle Yrigoyen cerca de la UOCRA”, precisó la mujer. Luego confirmó que pertenecía a la CGT Regional Sur.

Ese dinero -siempre de acuerdo a su versión- se lo entregaban a Adriana Fraile. En esa sede (que tiene una pintada de la UTEP, pero es la sede del Movimiento Evita, en Allan Kardec 1715) además están Juan y Marcos Darío Tomaso. También otra chica, Pamela, de quien la denunciante no conoce su apellido.

“Cuando le dijimos a Adriana (Fraile) dónde iba el dinero, nos dijo que era para mantener otros comedores. Pero cuando fui a hablar con ‘Tapera’ (el diputado provincial Avendaño) ella me dijo que ‘ya no voy a ser yo’. No sé qué quiso decir, fue una amenaza”, aseveró Carla.

Pero ya en una reunión en la CGT, Fraile le dijo que ‘este no es un lugar para hablar’ a dónde iba la plata. “Ahí nos maltrataron, nos dijeron cualquier cosa”, afirmó.

Otras de las irregularidades denunciadas es la "presión" para la compra de panificados y pastas. “Nos obligan a comprar esos productos. Si no los vendés, los tenés que comprar vos. Lo último son canelones, que hace ellos (los Tomaso) y los tenemos que vender a 1.200 pesos la docena. Y si no lo vendemos, lo tenemos que comprar nosotras. ¿Quién te compra canelones a 1.200 pesos?”, se preguntó.

“Con los panificados nos obligaban a vender seis productos por semana. Unos 6.000 pesos por semana. Y al mes podían ser 30 mil”, insistió.

Carla también dijo que muchas compañeras que estaban trabajando en el comedor se fueron. “Porque como no nos mandan productos, tenemos que comprar las cosas nosotras. Y muchas se fueron yendo”, explicó la denunciante.

La denunciante reveló que a los jóvenes que cobran un plan "Potenciar Trabajo", en la sede de la UTEP les hacen "lavar los autos particulares de los Tomaso", como parte de la jornada de trabajo. “Los obligan a lavar los autos de ellos”, repitió.

Otro capítulo, que ya fue denunciado por los hermanos Adonis y Elián Gómez, son las rifas. “Te obligaban a vender las rifas, que sorteaban por Facebook, con una transmisión en vivo. Y los que ganaron fueron Mario Tomaso y la mujer”, subrayó Carla.

“Cuando tenés los números, los tenés que comprar vos. Pero como no entregabas la rendición (si no los vendías, capaz que no tenías plata), esos números no entraban en el sorteo”, apuntó.

Una vez que llamó a Nación, después de hablar con el diputado provincial Avendaño, sin tener una solución, a Carla y sus compañeras les dijeron que se cambien de unidad ejecutora. “Esperamos no perder el plan”, advirtió Carla.

En su descargo, luego de la trascendencia de la primera denuncia, el diputado Avendaño interpretó que todo forma parte de "ataques al Movimiento Evita". Acusó a la vicepresidenta Cristina Kirchner y al gobernador Sergio Ziliotto de no "entender" la economía popular.

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