Menores devolvieron lo robado en una tienda en Pico

Los menores que en la madrugada de este domingo rompieron un vidrio de un comercio de venta de calzado e indumentaria deportiva de la calle 2 entre 1 y 101 para robar cuatro pares de zapatillas y una mochila devolvieron todo lo que se habían llevado a la propietaria del negocio.

Fue de manera anónima: cuando la mujer se encontraba en el local, un joven que pasó en bicicleta le tiró una bolsa con lo sustraído en su interior. Poco después, recibió un llamado desde un número privado en el que uno de los autores del robo le dijo que lo había hecho porque "no tenía para comer".      

Rocío Sepúlveda, la dueña de "Tu Calzado", quien en los registros de las cámaras de seguridad había visto que los ladrones, que andaban en bicicleta, eran evidentemente menores, uno de aproximadamente doce años y el otro de unos quince, contó que antes de que le arrojaran la bolsa había dado con dos chicos de las mismas características, por lo que los siguió e incluso habló con la familia de uno de ellos.

En una entrevista con el portal En Boca de Todos HD, relató que cuando iba a su comercio a prender las luces observó a "dos nenes en bicicleta, que eran de la misma estatura, uno chiquito y el otro grande", por lo que fue tras ellos.

Los menores al verla se separaron y siguió a uno. Cuando el chico llegó a su casa, ella también bajó en el lugar, donde "hablé con los padres, que negaron totalmente que él fuera el que me robó", señaló.

En esas circunstancias, "llamo a la Policía, llega un patrullero a la casa y le sacan fotos a la bicicleta y le toman los datos al chico", agregó. Tras eso, ella volvió a su local y fue en ese momento, en que ella estaba adentro, cuando "me tiran la bolsa acá en la puerta". "Pienso que es el mismo chico al que fuimos a su casa", indicó.

Después, "a los cinco minutos, me llaman de un número privado: 'Mire señora, fui yo el que le robé, discúlpeme pero no tengo para comer y yo había sacado las zapatillas para venderlas y comprar alimentos', me dijo. Y le respondí: 'Mirá, si a vos te hace falta para comer, andá a una panadería y pedí pan, no vas a robar zapatillas o a romper un vidrio'", recordó el diálogo mantenido. 

A pesar de haber recuperado lo que le habían sustraído, Sepúlveda lamentó la pérdida monetaria que le causó reponer el vidrio roto, tener que instalar ahora cámaras de seguridad en su local y ponerle rejas, además de la mala situación vivida y el haber debido resolver prácticamente por sí sola el robo sufrido.