Capacitaron a personal del IPAV para mejorar la gestión digital y la atención al público
La presencia estatal, en sus distintas jurisdicciones, es clave en los últimos tiempos para un cambio notable de la realidad inmobiliaria de Lonquimay.
Escuchá esta nota
EL DIARIO digital
minutos
La demanda de viviendas es preocupación central en Lonquimay, porque directamente no había casas para satisfacer la demanda. Se pusieron en marcha una serie de mecanismos que están modificando esa situación: la Municipalidad intervino muy activamente para generar otras condiciones, a partir de un plan local que contó con respaldo provincial y de la aparición de los nuevos ProCreAr.
"El programa viene de la gestión anterior, es el Plan ''''Lo Tengo'''', que se encaró primero porque se agotó la disponibilidad inmobiliaria en el casco urbano, y segundo porque hay un sector que merece una ayuda del Estado para una vivienda, aunque no se trata de casas sociales. Porque de lo contrario para ese sector, sin un Estado presente, la vivienda es inaccesible", explica Feito en diálogo con El Diario.
Se afrontó entonces la decisión de generar condiciones que permitan que asalariados medios que no pueden comprar un terreno accedan a una unidad habitacional.
La Municipalidad lanzó la venta de terrenos a precios accesibles y con plazos de cierto alivio. En el inicio de la gestión de Feito se adquirió una quinta aledaña a la localidad: son 15 manzanas que se pudieron comprar para la comuna a partir de un aporte de la Provincia. Se decidió entonces el loteo de esos terrenos.
Después vino un bienvenido "apuro". Es que desde el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat se agilizaron las entregas de ProCreAr y eso activó el interés de residentes en el pueblo.
"Eso nos puso en el compromiso de agilizar el plan", dice Feito. Y destaca la celeridad con la que ese organismo del gobierno nacional hizo el papeleo, revisó condiciones y adjudicó. "Me saco el sombrero", elogia.
La consecuencia de esas intervenciones estatales en los distintos niveles, es que en aproximadamente un año o un poco más, habrá unas 20 familias -adjudicatarias del ProCreAr- que tendrán su propio techo en los predios que eran del municipio. "Ahí tiene que estar el Estado: no para regalar, pero sí para ayudar", asevera Feito.
Un tercio de los 61 lotes queda en manos de emprendedores y productores. Es una zona no residencial, destinada al "tránsito pesado": se harán galpones que son una necesidad para el sector comercial y productivo.
Otros 20 lotes se destinan a la "inversión": un proyecto privado grupal que encara un proyecto habitacional. La demanda de viviendas en Lonquimay es una de las principales inquietudes ciudadanas. Ese proyecto privado está destinado a la construcción de casas para alquilar y es posible que en unos 18 meses ya estén a disposición, calcula el intendente.
