Lonquimay, orgulloso de su recolección diferenciada de residuos

La Municipalidad de Lonquimay no disimula su orgullo con el funcionamiento del servicio de recolección diferenciada de residuos, su impacto en la comunidad y entre los operarios que realizan las tareas.

Pablo Hernández, director del área de Medio Ambiente del municipio, comentó la dinámica del slogan “Si lo separás… ya no es basura”.

El año pasado se vendieron unos 148 mil kilogramos. La Municipalidad interviene y gestiona, pero lo recaudado se reparte entre los operarios que realizan las tareas, indicó la comuna.

"Para la separación en el origen de los hogares nosotros pedimos que se haga en forma sencilla: apartando por un lado todos los restos húmedos y, por otro, los secos. Esto en distintas bolsas sin importar el color y el tamaño de las mismas", apuntó.

Explicó lo básico: "Dentro de los restos secos encontramos plástico, telgopor, cartón, papeles, revistas, diarios, envoltorios siempre y cuando no estén con restos de comida o mojados. Por su parte, los húmedos son restos de comidas, frutas, verduras, cáscaras de huevos, pañales o algunos de los clasificados como secos pero que estén húmedos o manchados".

De lunes a sábados por la mañana se puede sacar las bolsas de residuos, no hay diferenciación de día y la recolección se hace por la mañana a partir de las 6 y hasta el mediodía. Esos materiales llegan a la planta de reciclado todos los días. Allí se trabaja también de lunes a sábado.

Separación en el Centro de Transferencia

Al lado de la Planta de Tratamiento de Residuos Sólidos está la entrada al Centro de Transferencia: se ingresa por una rampa en la cual encontras 7 opciones de volquetes y bolsones donde se puede tirar la basura que se genere en las casas y no se saque, o se haga fuera de horario.

Entre los recipientes disponibles se encuentran las opciones de seco, húmedo, restos de jardinería y poda, chatarra, vidrio, electrodomésticos, gomas, baterías. Una vez recolectados por los hogares, se trasladan y descargan en esa rampa, donde se diferencia el contenido de las bolsas por peso y humedad.

Allí trabajan 4 operarios que van clasificando lo que llega. De los restos húmedos, que es la mayor parte, se separa para hacer abono y se mezcla con el chipeo de la poda y restos de jardinería que luego se entregan a huertas particulares o a cualquier persona que lo solicite. Y todo lo que es seco se clasifica, se enfarda y se almacena para una posterior venta.

El ingreso al Centro está disponible las 24 horas, todos los días. Se instalaron cámaras de video vigilancia que monitorean cualquier accionar indebido. Se aplicarán multas en los casos en que se transgredan normativas.

La venta del material reciclado, por una cuestión de capacidad de los galpones de almacenamiento, se hace cada 2 meses y medio. También si llega algún tipo de metal en los residuos, se clasifican y lo que no se puede enfardar se vende a granel.

El año pasado se vendieron 148.000 kilos por un monto de $1.700.000. Todo lo recaudado se divide en partes iguales entre los operarios que pertenecen a la planta. "Nosotros como municipio organizamos la venta, la concretamos, hacemos el ingreso de dinero y luego se lo entregamos a los operarios", dijeron las autoridades locales.

Hernández agregó que se puede solicitar el servicio de volquete: “sin costo se lo acercamos al lugar para depositar, por ejemplo, materiales de construcción, escombros, restos de limpieza de patios o poda, entre otros”.

También en la localidad se pueden encontrar contenedores campana clasificados en dos partes: papel, cartón y telgopor por un lado; y plástico, latas y botellas por otro. Cambian de ubicación dentro de la localidad y se pueden solicitar, sin costo, para algún evento o actividad particular.