Tras la derrota, las miradas del Frente de Todos apuntan a Pico

General Pico (Agencia) – El resultado negativo de la elección legislativa para el oficialismo pampeano en General Pico, aunque fue similar a lo que ocurrió en otras localidades importantes de la provincia, dejó a la ciudad cabecera del norte en el ojo de la tormenta.

Al silencio aturdidor de Carlos Verna, las versiones de su vuelta, los pases de factura que no tardaron en llegar y los pasos a seguir por parte de los dirigentes políticos con responsabilidad en la gestión, son motivo por estas horas de análisis y versiones.

Los números de la derrota en Pico son contundentes y serán motivo de un análisis en frío por parte del oficialismo, pero a la luz de la remontada en Santa Rosa, señalan a la segunda ciudad de la provincia como la responsable de la historia que marcó la oposición el pasado domingo.

Según el registro final, Juntos por el Cambio obtuvo en Pico 20791 votos para senadores y sumó así 1.757 sufragios a los que registró en las PASO. Mientras que el Frente de Todos se arrimó solo un poco, con 2395 votos para totalizar 14142.

El punto que ya parece haber quedado claro es que el resultado no obedece solo a la bronca nacional, sino al papel que jugaron los referentes norteños en la campaña.

Al silencio del ex gobernador Verna, que condimentó con una foto junto a un intendente radical, se sumaron la sorpresiva licencia de la intendenta Alonso en el tramo final de la campaña y, al mismo tiempo, las declaraciones confusas de quien asumió la intendencia, el viceintendente Daniel López, quien adelantó que no tendría tiempo para salir a la calle y luego se rectificó a minutos de entrar a un cónclave con el gobernador Ziliotto y el resto de los jefes comunales oficialistas.

El mismo Ziliotto destacó tras la derrota que en Santa Rosa “se transpiró la camiseta” y dejó en evidencia a los dirigentes piquenses.

Y un poco más allá fue el exgobernador Rubén Hugo Marín, quien buscó salvaguardar la figura de Verna, pero disparó munición gruesa sobre quienes tienen a cargo la gestión en Pico.

“Hacer responsable a la actitud de una sola persona es, a mi modesto entender, desconocer el peronismo", aclaró Marín sobre Verna. Y aseguró después “la dirigencia de Pico no estuvo en mi concepto a la altura de las circunstancias. La licencia de la intendenta previa al proceso electoral, un intendente que asume y declara que no se va a meter en política… No sé…”.

Con los números puestos en la primera elección sin Carlos Verna jugando, que registró la primera derrota del oficialismo en 36 años, algunos dirigentes de la zona ya se entusiasman con el regreso del caudillo para ordenar las cosas. Pero esto no sucedería en lo inmediato, al menos hasta que se den algunas señales desde Provincia.

Mientras tanto, en lo estrictamente local, y así como ya se registraron cimbronazos en el Gabinete de Ziliotto, las versiones sobre cambios y renuncias están al orden del día en cercanías al Palacio Municipal piquense.

En realidad, semanas antes de la elección, tras la presentación del pedido de licencia de la jefa comunal, las versiones sobre una hipotética renuncia de Alonso corrieron como reguero de pólvora, aunque quienes la acompañan desde hace años siempre descartaron dicha posibilidad porque conocen a Fernanda como una mujer dispuesta a enfrentar situaciones complejas.

Pero, ahora, los mismos rumores adelantan probables cambios en su Gabinete, que necesitaría oxigenarse y darle otra dinámica si pretende llegar con renovada impronta al 2023.

Alonso realizó hasta ahora una administración con una dinámica y gestión de obras que no se vio en los mandatos anteriores, pero al perecer no fue lo que se plebicitó en esta elección por parte de los electores.

Y más allá de las aspiraciones personales desde lo político por parte de Alonso, la cantidad de votos a remontar en una elección para intendente es mucha, si se tiene en cuenta que PJ históricamente anduvo en los 18 mil votos y la oposición hoy, que se frota las manos y se esperanza con una gestión comunal, le arrebató en esta legislativa alrededor de 6 mil voluntades.