La Pampa

Exclusivo: la zona donde ahora buscan los restos de Andrea López

Los sectores que marcó el femicida, Víctor Purreta, y que señalizó la Justicia en un lote del campo "Monte Chue". Imágenes exclusivas registradas con el dron de El Diario. Este mismo viernes a la tarde inició la búsqueda.

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EL DIARIO digital

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Luego de que el femicida Víctor Purreta señalara los sectores donde habría enterrado el cuerpo de Andrea López, hace 19 años de atrás, El Diario pudo registrar de manera exclusiva las zonas que marcó ayer la Justicia -a través de la Agencia de Investigación Científica- en un lote repleto de caldenes en el campo "Monte Chue".

Las fotos fueron tomadas con un dron y a partir de un trabajo que realizó un equipo periodístico de este diario, que ayer también fue el único medio presente durante la recorrida que guio Purreta a la fiscala Cecilia Martiní y a una comisión judicial y policial.

Durante la mañana, ese sector del lote no tenía una consigna policial precisa. Solo dos policías civil, en un utilitario sin identificar, estaban del otro lado de la banquina en una especie de "guardia".

Recién cuando el equipo periodístico de El Diario se acercó a la zona del alamabrado se bajaron para identificarse. Ya por la tarde, en lo que será a partir de ahora un escenario concurrido, se montó una especie de tienda de campaña, con una casilla y un grupo electrógeno.

La búsqueda comenzó durante las primeras horas de la tarde. Además de la Agencia de Investigación Científica, participa el Equipo de Antropología Forense, el cuerpo que se especializó en las búsquedas de los desaparecidos de la Dictadura y que alcanzó prestigio mundial.

"Es una búsqueda de modo minucioso porque, si esta información se condice con lo que dice el condenado, son restos de un cuerpo enterrado hace más de 20 años. Purreta no manifestó nada sobre un cuerpo descuartizado", dijo la fiscala Cecilia Martiní durante la conferencia de prensa realizada a las 13 horas (ver aparte).

El establecimiento rural está ubicado a la vera de la Ruta Nacional 35, a la derecha, después de la denominada Rastrillada Indígena desde Santa Rosa rumbo a Winifreda.

"Lo único que quiero es encontrar el cuerpo de mi hija para que descanse en paz y llevarle una flor", dijo Julia Ferreyra, la mamá de Andrea, luego de la revelación del caso que hizo ayer El Diario en forma exclusiva: Víctor Purreta, su femicida, confesó el lugar donde estarían los restos de la joven santarroseña (ver recuadro).

La condena

Víctor Purreta fue condenado a 18 años de prisión el 7 de octubre de 2014 por el asesinato de Andrea López. Como tenía otra condena por violencia de género, le unificaron la pena en 25 años. El tribunal estaba integrado por las juezas Alejandra Ongaro y Elvira Rossetti y el juez Miguel Angel Gavazza.

Ya había estado otros cinco años en prisión. Fue condenado por proxenitismo, por obligar a Andrea López a ejercer la prostitución: este juicio fue cuando la joven estaba desaparecida.

Testimonio clave

En el juicio por el asesinato de Andrea López ue clave el testimonio del su hijo Emanuel. Entonces se lo conocía como el testigo C. Presenció la muerte de su madre con 5 años: tenía 11 cuando enfrentó una Cámara Gesell. Ya en los años previos, en charlas con su abuela Julia decia: "papá mató a mamá".

 El chico dijo en noviembre de 2011 que vio cómo su padre golpeó a su madre, a trompadas, patadas y con un rebenque, y cómo la ahorcó. Posteriormente, según su testimonio, la metió abajo de la ducha del baño.

"El le pegaba con un rebenque contra una punta (rincón), le daba piñas, patadas y después la vi en la bañera que estaba toda morada. Vi que estaba acostada en la bañera y mi papá le estaba echando agua...", contó el pequeño en la Cámata Gessel, según revela la sentencia.

"Mi papá me mandó a dormir a la cocina, yo dormía en la pieza con ellos, pero esta vez me mandó a la cocina porque venía a dormir mi hermana..., llegó después...; me dormí enseguida. A la mañana, mi hermana ya se había ido, le pregunté a mi papá dónde estaba mamá y me dijo que se había ido... él estaba cambiadito, con un jean y una camisa... a la noche había estado con una musculosa y un short...".

"Me fui a la casa de mi abuela (abuela paterna) y después se fue él a no se donde, vino a la noche y me dijo que al otro día lo llevaban a la cárcel... siempre le venía pegando, siempre con un rebenque, siempre lo usaba", dijo en otro tramo del relato.

También sobre el ataque dijo: "Mi mamá lloraba del dolor. Mi papá la quiso despertar, no la vi despierta. La llevó a la bañera, abrió la canilla, estaba como si estuviera desmayada.... mi papá la llevó y la acostó en la cama, me dijo que me fuera a dormir, él también se acostó..." 

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