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EL DIARIO digital
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La mujer de 38 años había desaparecido el fin de semana en el camping Miguel Lillo. Su cuerpo fue encontrado en un lago cercano y su pareja, Ángel Andrés Gutiérrez, quedó detenida e imputada por homicidio doblemente calificado.
La búsqueda de Débora Damaris Bulacio del Valle, de 38 años, tuvo un trágico final. Su cuerpo fue hallado este martes en un lago próximo al camping Miguel Lillo, en Necochea, donde había sido vista por última vez el sábado a la noche junto a su pareja.
Fuentes judiciales confirmaron que el principal sospechoso es Ángel Andrés Gutiérrez, quien fue detenido e imputado por "homicidio doblemente calificado por el vínculo y por mediar violencia de género". El acusado se negó a declarar ante la fiscalía y permanece bajo custodia, mientras continúan las pericias en el lugar.
De acuerdo con los primeros informes, el cuerpo presentaba heridas compatibles con un ataque violento a corta distancia. Una fuente policial indicó que "todo apunta a un conflicto ocurrido dentro de la carpa", donde se habría producido una pelea cuerpo a cuerpo. Gutiérrez presentaba rasguños en el cuello y marcas defensivas —denominadas improntaunguales— que coinciden con esa hipótesis.
La reconstrucción de los hechos, basada en pericias forenses y rastros hallados en el terreno, permitió establecer una secuencia que vincula las lesiones de la víctima con las del agresor. Los investigadores hallaron además huellas de arrastre en el suelo, que trazaban un recorrido desde la carpa hasta la orilla del lago.
Una cámara de seguridad de la zona permitió acotar la búsqueda al espejo de agua donde finalmente se encontró el cuerpo. Según los peritos, el agresor habría intentado alejar el cuerpo del lugar del ataque para demorar su hallazgo.
"Cuando arrojás un cuerpo al agua, el proceso cadavérico hace que se hunda primero y vuelva a la superficie aproximadamente a las 72 horas. El cálculo se cumplió: domingo, lunes, martes", detalló un investigador.
Débora había viajado desde Villa Cacique para pasar el fin de semana junto a Gutiérrez. Su último contacto fue un mensaje de audio enviado a su hija el sábado por la noche, en el que le decía que la amaba. Al día siguiente, dejó de responder los mensajes.
El operativo de búsqueda involucró a más de 80 efectivos, drones, perros rastreadores y buzos especializados. Ahora, la fiscalía de Necochea aguarda los resultados de la autopsia y nuevas pericias psiquiátricas sobre el detenido.
