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EL DIARIO digital
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El régimen chavista utilizó el principal centro de detención del país como escenario para lanzar fuegos artificiales. Vecinos de Caracas registraron la celebración, mientras organismos internacionales denuncian crímenes de lesa humanidad en ese lugar.
Nicolás Maduro dio inicio anticipado a la Navidad con un espectáculo de fuegos artificiales lanzados desde El Helicoide, el mayor centro de detención de Venezuela, donde permanecen decenas de presos políticos y detenidos comunes. La celebración se realizó la noche del miércoles, tras la decisión oficial de fijar el 1 de octubre como fecha de arranque de las festividades.
Vecinos de Caracas captaron en fotos y videos cómo el edificio se iluminaba con pirotecnia, un contraste con los informes que pesan sobre el lugar. La Misión Internacional Independiente de la ONU documentó en ese complejo prácticas de tortura como asfixia, descargas eléctricas en genitales, golpes, amenazas de muerte, violaciones y desnudez forzada.
El organismo responsabilizó al régimen y a sus fuerzas de seguridad —GNB, PNB, SEBIN y DGCIM— por una represión sistemática que incluye más de 2.200 detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, violencia sexual y asesinatos bajo custodia. Según la ONU, estas acciones configuran crímenes de lesa humanidad dirigidos contra opositores, activistas, periodistas y hasta menores de edad.
El informe detalla que desde el 29 de julio de 2024 se intensificó un plan estatal para eliminar disidencias, con al menos 30 muertes vinculadas a la represión y condiciones inhumanas en centros como El Helicoide, Tocorón y Tocuyito, caracterizados por hacinamiento, falta de agua potable y ausencia de atención médica.
Mientras Maduro encendía la Navidad desde un edificio símbolo de la represión, la comunidad internacional volvió a poner la lupa sobre la crisis de derechos humanos en Venezuela.
