Denunciaron a un árbitro por actos discriminatorios

El Deportivo Uriburu elevó una nota al presidente de la Liga Cultural de Fútbol, José María Clemente, en la cual denuncia al árbitro Juan Manuel Figueroa, quien dirigió el partido ante Atlético Santa Rosa, por "actitudes violentas y discriminatorias" contra integrantes del plantel y cuerpo técnico "abusando de la posición de poder que su autoridad le confiere".

Dice la nota enviada este lunes a la cúpula de la Cultural, que Figueroa "no solamente amenazó de manera explícita a uno de nuestros jugadores, Gonzalo Fridirich cuando se acercó en busca de explicaciones por la expulsión, insinuando la resolución de sus diferencias fuera del ámbito del partido promoviendo una situación potencialmente violenta, sino que además en una clara y mal intencionada falta de respeto, discriminó al preparador físico… le dijo 'primero modulá' burlándose de su tartamudez y agraviando aún más el tenso clima que se vivía producto de su comportamiento".

Recuerda el texto firmado por Emiliano Ale, presidente del Canario, que "en nuestro país los actos discriminatorios están penados por la Ley Nacional Nº 23592".

"Quien arbitrariamente impida, obstruya, restrinja o de algún modo menoscabe el pleno ejercicio sobre las bases igualitarias de los derechos y garantís fundamentales reconocidos en la Constitución Nacional será obligado a pedido del damnificado, a dejar sin efecto el acto discriminatorio o césar en su realización y a reparar el daño moral y material ocasionados".

"La actitud es naturalmente reprochable", dice la carta y enfoca la dirección al tratarse del árbitro. "Resulta de una gravedad manifiesta por haber sido efectuada por la persona responsable de impartir justicia".

Desde el club Uriburu no se puso en cuestión ni el resultado ("Santa Rosa fue un justo ganador") ni el comportamiento de los dirigentes del Albo, a los que apartan, pero sí se pidió que Figueroa no los dirija más en lo que queda del campeonato.

"Creemos que se ha cruzado un límite", dicen. Y exigen que se revean las actitudes del árbitro y se analicen eventuales sanciones disciplinarias, además de correrle vista a la agrupación a la que pertenece.