Sportivo Independiente en el duelo pampeano
El viernes en el Aquiles Regazzoli de Santa Rosa, All Boys volvió a ganarle una nueva versión del clásico moderno a Ferro de Pico por el Torneo Federal de Básquetbol. Por Nicolás Pérez (*).
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EL DIARIO digital
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El conjunto local conducido técnicamente por el joven entrenador Juan Cruz Gavazza se impuso de manera contundente 103-76 y dio un nuevo paso en su gran objetivo de llegar a las instancias decisivas de este campeonato, el tercero en importancia a nivel nacional.
A partir de esta columna, la primera de una serie que pretende analizar los desempeños de los equipos pampeanos, se tratará de aportar una mirada más bien técnica, enfocada a cuestiones puntuales y generales tanto de All Boys y Ferro, como Juventud Unida de Alpachiri.
En este primer análisis nos posicionaremos en el gran partido de All Boys para conseguir su quinta victoria en el campeonato con apenas una derrota. Ya puntualmente en el aspecto del juego -y después del parate por jugadores contagiados con coronavirus-, hay que decir que AB llevó a cabo perfectamente su idea de juego.
Para ganar el duelo ante el Verde, el Auriazul fue agresivo en defensa, negando las líneas de pase, con las ayudas bien ubicadas y con justa rotación sobre perímetro. Así ahogó a Ferro y lo dejó sin espacios, cortando sus principales vías de gol.
A partir del box out y la captura del balón, inició los contragolpes comandados por Tony Manera. A All Boys le gusta correr el contraataque y lo hace bien. Si no tiene esa posibilidad, recurre a ofensivas estacionadas utilizando los cinco jugadores abiertos con continuos cortes hacia el aro y "mano en mano", ocupando bien los espacios para encontrar libres a los tiradores.
En ese aspecto dañó en tiros de campo con una noche intratable desde la línea de 3 puntos (61%) a lo largo del juego. Gracias a esa tremenda eficacia, se disparó en el primer parcial (38-16). Los cinco jugadores iniciales incendiaron la red de larga distancia: Manera 2/3, Badillo 5/7, Fazzini 3/5, Fernández Chávez 2/2 y Zalabardo 4/6.
En el lado contrario, Wendebourg no pudo materializar lo que planeó para jugar por segunda vez en la temporada con el equipo capitalino. Lejos estuvo de mostrar, además, esa versión que comenzó el torneo con cinco victorias consecutivas y All Boys se convirtió en una pesadilla: le cortó la racha al propinarle la primera derrota en el campeonato y el viernes le aplicó una nueva cachetada, la cuarta consecutiva en el certamen con nueve jugados.
Ferro no puede levantar cabeza y cada derrota ha sido con marcadores abultados. Tiene un plantel bien armado en todas sus líneas y con jugadores de jerarquía que deberán ajustar los aspectos defensivos.
Sin embargo, esos jugadores están con problemas de confianza en el juego. El viernes, ante la impotencia de no conseguir que fluya el juego colectivo, el Verde fue solo el intento individual frustrado.
En ese escenario el que sacó la cara fue Alejo Traverso, su principal vía de gol (19 puntos). Tiene recursos ofensivos interesantes. Convirtió desde su penetración, stop y tiro o desde la línea de los 3 puntos.
Nahuel Rodríguez creció en el segundo tiempo. Aportó 17 puntos y se hizo fuerte desde el poste bajo. Pero se hace necesario, para que Ferro recupere su verdadero peso y nivel en ataque, que crezcan jugadores como Mateo Marziali, uno de los más importantes. Si bien AB dejó sin opciones a los piquenses, apenas es el inicio del torneo y está a tiempo de recuperar la memoria.
La Zona Sur en la División Patagonia es una de las más parejas del certamen nacional. Cada compromiso de local será tan importante como proteger un gran tesoro. El equipo que demuestre mayor fortaleza mental en su casa y gane confianza afuera será aquel que a lo largo del recorrido tenga mayores chances de lograr sus objetivos.
(*) entrenador de básquet
