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Una bailarina de papel: un acercamiento a la obra de Iris Scaccheri

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Este domingo, la pampeana María Victoria Alcala estrenará por streaming “Una bailarina de papel”, un cortometraje en torno a Iris Scaccheri (1949-2014).

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EL DIARIO digital

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Allí refleja un proceso de reconstrucción y de investigación de la colección de esta original artista.

Con la interpretación de la bailarina Silvina Biondi, la edición de Luz Tripiana y la dirección de Alcala, la obra intercala voces, textos escritos y videos en torno a la bailarina, escritora y poeta de la danza argentina.

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Tomando como eje el registro documental y su relación con la palabra, las artistas proponen una biografía poética a la luz de sus producciones escritas y coreográficas.

Desde Buenos Aires, Alcala contó a Kresta detalles sobre el encuentro con esta inigualable artista -un poco olvidada a partir de los ’80-, su proceso personal de búsqueda a través de la escritura y la danza, y la producción de esta obra audiovisual en tiempo de confinamiento. “En la obra de Iris hay espontaneidad en el hacer, libertad, polifonía. Pero creo que la búsqueda de la libertad, la pasión y la relación con las mujeres poetas es lo que más vertebra la obra y sobre todo la búsqueda de un lenguaje personal y propio. Cuando yo pensé qué me deja Iris a mí como aprendizaje, es la posibilidad de encontrarse a una misma en lo que una hace”, contó Victoria.

<BF>- ¿Cómo llegaste a la obra de Iris Scaccheri?

<XB>- “El recorrido está re bueno. Yo estaba en el grupo de Experimentación de Artes del Movimiento de la UNA, en una beca como intérprete. Ahí ya había empezado a cursar algunas materias de expresión corporal y paralelamente estaba haciendo la Licenciatura en Letras en la UCA. Y tenía una especie de crisis porque cuando estaba leyendo para Letras, con muchas horas de estudio, sentía que quería bailar y cuando bailaba sentía que no me alcanzaba. Y en una de las conversaciones con la directora del grupo de experimentación le cuento que no me sentía ni de acá ni de allá, ni de ningún lado.

Y ella me ofreció comenzar a experimentar con escritura y con danza dentro del grupo -después terminé haciendo un par de adscripciones y colaboraciones cuando terminó mi beca- y ella me nombró a Iris. Y cuando me nombró a alguien que bailaba y escribía, yo me sentí cautivada. Ahí me acordé que yo tenía un libro de Susana Thénon donde había visto la foto de una bailarina, pero que no la había linkeado.

En ese momento yo estaba terminando mi tesis de licenciatura sobre poesía y cuerpo con otro autor -porque venía rastreando algunos caminos que unen disciplinas- y cuando ella me la nombró me compré uno de sus libros y me sentí muy identificada con este doble discurso. Hablé con mi directora de tesis -que es mi actual directora en Conicet- y empezamos a elaborar el proyecto. de ahí surgió lo que estoy estudiando ahora, que es la relación entre Susana Thénon e Iris, para ver el vínculo entre poesía y danza.

Después, cuando empecé a indagar un poco más sobre lo que pasaba con Iris, vi que había muchos videos y materiales sueltos entre familiares y amigos. Entonces, lo que fui haciendo es juntarme con cada uno de ellos e ir recolectando documentos, materiales inéditos. Ahora, por ejemplo, estoy trabajando con la colección para que se haga pública. El primer paso fue este cortometraje, que es mi inspiración más libre, pero fue un camino de cinco años que comenzó con esta charla con mi directora -que fue muy lúcida y amorosa- y después ir metiéndome en la beca del Conicet y en el círculo de ella, que también fue un viaje.

<BF>- En una entrevista decís que Iris tenía un espíritu de no querer encajar. ¿a qué se rebelaba?

<XB>- Yo creo que ella era rebelde en muchos sentidos. Una rebeldía estética en el sentido de que si bien ella se formó en danza, con los grandes maestros de la danza moderna y gimnasia conciente, se apropió de eso e hizo un lenguaje propio. Y eso no es tan fácil cuando hay escuelas de danza y tradiciones tan fuertes que se van pasando de generación en generación.

Ella siempre decía en sus textos que su cuerpo era una especie de cuaderno en blanco, sobre el cual volvía a escribir: “Hacer camino sobre lo caminado, buscando lo desconocido que hay siempre en uno”, decía. Eso para mí es una rebeldía creativa, no tener que seguir sí o sí una tradición. Y eso la puso en un lugar muy solitario, porque si bien formó a gente, no hizo escuela.

Como mujer y como coreógrafa bailaba sus propios textos, bailaba textos de otros y tomaba tópicos históricos para darle vuelta. También trabajó con muchas poetas mujeres, que para mí fue súper interesante. Y el hecho de bailar sus propios textos, me habló de una libertad absoluta.

<BF>- En tu proceso de investigación y acercamiento a Iris fuiste encontrando distintos formatos de producción. ¿Qué decidiste utilizar para este cortometraje?

<XB>- Me baso en un cruce de datos entre los libros de Iris, los videos que tengo, los testimonios, el archivo del Teatro General San Martín, el archivo del Teatro Nacional Cervantes y el Argentino de la Plata. Ese cruce de datos a mí me permitió observar una forma de crecer en Iris o determinados temas y motivos que se repetían en ella. Frente a eso yo me planteé que no iba a poder hacer una traducción literal de un legado tan grande. Entonces decidí basarme en eso intentando inspirarme libremente en esas memorias para ver cómo la veo yo o dejándome atravesar por mi propia mirada a la hora de observar el archivo.

En cada videopoema fuimos laburando herramientas muy distintas que tuvieron que ver con superponer, modificar, revisitar, con dejar que aparezca la sombra de Iris, pero que se actualice a través de la bailarina o dejarla sola a Iris bailando. Son como distintos grados de acercamiento a la obra de ella.

<BF>- ¿Qué temas y motivos se repiten en su obra?

<XB>- En su obra aparece, por un lado, su espontaneidad al hacer, la libertad, la polifonía o lo siniestro. Yo creo que la búsqueda de la libertad, la pasión, la relación con las mujeres poetas es lo que más vertebra la obra y sobre todo la búsqueda de un lenguaje personal y propio. Cuando yo pensé qué me deja Iris a mí como aprendizaje, es la posibilidad de encontrarse a una misma en lo que una hace. Entonces, de alguna forma, lo que yo tomo como espíritu y que está al final del corto a través de una frase que ella brinda en una entrevista en los ’80, es lo que dice: “Las vibraciones que están en el aire son mis herencias”. a ella le interesaba mucho cómo cada sílaba se relacionaba una con la otra y eso generaba una vibración en el espacio y esa sinceridad del artista con su verdad, era lo que lograba convocar al público. Y esto aparece en los testimonios y en los soportes periodísticos como la idea de que Iris era magnética, pero además tenía una cuestión como muy técnica con su trabajo. Así que esta cuestión tiene que ver con su existencia en el trabajo y la búsqueda de sí misma. Y cómo concibe ella sus danzas, aparece más en la Iris detrás de escena. Y con eso quiero decir la forma en que ella creaba, qué la motivaba.

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